Con la caída de los precios de la soja y el maíz, y el salto de la brecha en la segunda mitad del mes, comenzó a moderarse la liquidación de divisas
La liquidación de divisas del agro tuvo un impulso en diciembre pasado de la mano de la devaluación y la posibilidad de ingresar 80% del total al tipo de cambio oficial y un 20% al CCL, que estableció el gobierno de Javier Milei. En este contexto a pocos días de que cierre enero, según las proyecciones del analista de mercados agropecuarios Pablo Adreani, el ingreso de dólares del campo en el primer mes del año rondaría los u$s1.400 millones, lo que representa un incremento del 50% interanual.
Lo cierto es que si bien esta cifra marca una recuperación respecto al fatídico 2023, en enero del año pasado el ingreso de divisas del agro fue de apenas u$s929 millones, pero todavía está muy lejos del valor del 2022 cuando había alcanzado los u$s2.400 millones.
Un dato a tener en cuenta es que en la segunda mitad de enero de este año comenzó a evidenciarse una desaceleración en el ingreso de divisas del campo. La caída de los precios internacionales, junto al salto de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos, explican en gran parte este fenómeno.
Hacia adelante, una variable que puede dejar de manifiesto como continuaría el ingreso de divisas del campo son las ventas anticipadas de granos por parte de los productores. Más concretamente, en lo que respecta a las ventas de maíz, se evidencia una fuerte caída desde el pico de diciembre pasado.
Ventas de granos
Según detalla la consultora Fyo, “los negocios de maíz de ambas campañas cayeron en la última semana, principalmente los de la nueva. En tanto, ya es la cuarta semana consecutiva que bajan, y se redujeron en casi un 50%. Las ventas de la nueva fueron unas 392.000 toneladas, de las cuales más de la mitad -unas 210.000 toneladas- fueron con precio firme”.
Este dato es importante, porque los dólares del maíz deberían ser los primeros en llegar en las próximas semanas, mientras que los de la soja podrían comenzar a evidenciarse hacia abril.
A su vez, en la semana finalizada el 17 de enero, las ventas de soja para la campaña vieja disminuyeron entre semana en un 47%, mientras que las de la nueva aumentaron en casi igual proporción.
Al respecto el economista Salvador Di Stefano detalla: «En la medida que los precios sigan bajos, el productor demorará la liquidación esperando una suba de precios que le mejore la rentabilidad, o eventualmente una mejora en el tipo de cambio que le licue costos pasados».
Respecto a la liquidación a partir de abril próximo el economista adelanta: «Se podría liquidar un 50% de la cosecha de soja o algo menos en los meses de abril, mayo y junio, el resto se va a ir liquidando en el tiempo. En maíz se liquidaría un 25% en ese trimestre, el resto más adelante. Por otro lado, hay un pronóstico climático poco claro para la campaña 2024/25, por ende, el ahorro en mercadería pesara en las decisiones de los productores».