En sucursales del Banco Nación se vende al público a 62,50 pesos.
A menos de tres semanas para el recambio presidencial el dólar opera con mínimas variantes. El férreo control de cambios permite una estabilización de las variables financieras a pesar de la falta de certeza sobre las iniciativas económicas y financieras que planea el presidente electo, Alberto Fernández, quien mantiene en vilo a la plaza local, en medio de trascendidos sobre eventuales nombres y medidas que podrían llegar con el nuevo gabinete.
En las sucursales del Banco Nación se ofrece la divisa de EEUU a $62,50 para la venta al público.
En el mercado mayorista se sostiene en 59,70 pesos.
El mercado cambiario local también está expectante sobre lo que suceda en Brasil, el principal socio comercial de la Argentina. En el país vecino el dólar sondeó la semana pasada los 4,22 reales, en un techo histórico. Hoy se opera a 4,19 reales.
“En las últimas dos semanas el dólar se disparó un 5% con respecto al real”, indicó Miguel Ángel Boggiano, director de Carta Financiera. “Todo indica que estamos por ver una gran devaluación en Brasil”, agregó, en referencia al elevado déficit fiscal del gigante sudamericano (en torno al 7% del PBI) y de su alto endeudamiento (del orden del 92% del PBI).
“El dólar frente al real está en tendencia alcista desde mediados de 2011. Puesto de otro modo: el real está perdiendo terreno contra el dólar casi sin pausa desde hace ocho años”, enfatizó Boggiano.
“Las cotizaciones paralelas, las brechas y la volatilidad de los valores libres son las variables más relevantes de este entorno en donde hay ganadores y perdedores”, indicó Nery Persichini, gerente de Inversiones de GMA Capital. “El gran beneficiario es, sin dudas, el Banco Central. Desde el endurecimiento del 27 de octubre, la entidad, en su carácter de único demandante libre en el spot, compró más de USD 1.600 millones y estabilizó la caída de reservas, un hecho celebrado por el Tesoro a la hora de pagar vencimientos”, subrayó.
Según Allaria Ledesma y Compañía, «la brecha cambiaria se mantiene estable en torno al 30%, lo que evidencia el fuerte grado de dolarización que habían realizado los agentes económicos, previo a las elecciones. La mayor cantidad de pesos por ahora se refleja solamente en una baja de las tasas de corto plazo”.
“En las antípodas, una víctima silenciosa de las restricciones fue el mercado de futuros, sin la profundidad ni la representatividad del pasado. Sin bancos ni agentes especuladores que arbitren tasas implícitas, solamente exportadores e importadores efectúan coberturas. Así, el open interest es el más bajo desde 2014 y un tercio de lo que fue en los últimos tres años y medio”, describió Nery Persichini.
“Lo que se esperan son definiciones concretas y oficiales. Cada día que corre sin éstas, hacia el 10 de diciembre, el escenario se va a poner un poco más complicado o ‘espeso’, con cotizaciones más pesadas”, evaluó Sabrina Corujo, directora de Portfolio Personal Inversiones.
A falta de crédito externo, el Banco Central está urgido por recomponer sus activos a través de las compras de divisas que efectúa en el mercado mayorista, habida cuenta que es un actor excluyente en una plaza restringida para todos los demás y con esas divisas se efectuúan pagos de deuda en moneda extranjera.
En tres semanas posteriores a las elecciones presidenciales del 27 de octubre, el BCRA sumó unos USD 1.650 millones, después de haber efectuado ventas por unos USD 7.460 millones entre el 9 de agosto y el 25 de octubre. Las reservas internacionales alcanzaron los USD 43.505 millones el viernes 15, según datos sujetos a ajuste.
Los depósitos en dólares del sector privado –en efectivo- se contrajeron en los últimos tres meses un 42,9% o USD 13.937 millones, desde los USD 32.499 millones del 9 de agosto (previo a las PASO) a USD 18.562 millones el pasado 13 de noviembre, la cifra más baja desde el 14 de noviembre de 2016.
La entidad monetaria también fijó el viernes la tasa de referencia de las Letras de Liquidez (Leliq), equivalente a la de política monetaria, en 63,003% anual.
“Luego de las elecciones, el Banco Central incrementó las restricciones sobre el mercado cambiario -por lo que ahora pasó a ser comprador de divisas- y empezó a achicar el stock de Leliq, quitándole demanda a estas letras vía la baja de tasas -a 63% anual- y dejando de remunerar los encajes de cuentas a la vista”, recordó la agencia Allaria Ledesma.