Hasta el momento se alcanzó prácticamente el 50% del objetivo de los u$s3.000 millones. Pero los productores están vendiendo menos granos a pesar de la suba de los precios en el mercado interno.
El ingreso de divisas a partir del nuevo dólar soja comenzó a desinflarse esta semana. El martes se liquidaron apenas u$s64 millones y el miércoles cerró con unos u$s50 millones. Hasta el momento el acumulado es de poco más de u$s1.400 millones, es decir, el 50% del objetivo estipulado por el Gobierno y las empresas agroexportadoras de alcanzar los u$s3.000 millones para el 30 de diciembre próximo.
Lo que explican en el mercado es que las ventas de los productores que todavía tienen soja en sus silos comenzaron a mostrar también signos de ralentización y a partir de ahí las empresas agroexportadoras tuvieron que salir a ofrecer altos precios por el grano disponible. La tonelada de soja se llegó a pagar ayer a un máximo de $100.000, pero ese valor tampoco parece ser suficiente para convencer a los agricultores que conservan el grano como refugio de valor ante la incertidumbre que plantea la sequía que está afectando al maíz y a la soja de la nueva campaña.
Es que de extenderse la falta de precipitaciones, la economía argentina podría el año próximo tener un retroceso de hasta u$s10.000 millones en el ingreso de divisas en comparación al actual ciclo. Esto sucedería por dos factores claves: el primero es la posible caída de los rindes que afectará a la cosecha y el segundo es un posible factor bajista en el mercado internacional para la oleaginosa.
En este marco, desde la Bolsa de Comercio de Rosario explican: “Al comparar el volumen acumulado durante los días de vigencia de cada fase del Programa de Incremento Exportador, encontramos que el volumen de comercialización actual es menos dinámico con relación a la primera edición del programa. En este sentido, en los primeros diez días hábiles del PIE I se operaron 7,56 millones de toneladas, más del doble de lo que se lleva operado en el PIE II para igual período de tiempo. No obstante, es importante recalcar que en septiembre se registraba una ralentización importante en la comercialización de la soja respecto al promedio histórico, mientras que actualmente se retornó a los niveles promedio y queda menos soja por comercializar por parte de los productores”.
Concretamente en lo que respecta a las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE), de acuerdo con lo informado por la secretaria de Agricultura, desde el inicio de la segunda instancia del programa, fueron declaradas 1,69 millones de toneladas toneladas del complejo soja, un volumen tres veces menor comparado con las 4,6 millones de toneladas anotadas en los diez primeros días de la primera instancia del programa. Se destaca que la distribución en los registros del complejo es diferente en esta segunda instancia, predominando los subproductos de soja y seguidos por el aceite.
Este último punto es clave, porque con la vuelta del diferencial de retenciones la industria del crushing apuesta a revertir la tendencia que predominó durante todo este año en el que se envió al exterior más grano sin procesar en detrimento de aquellos con mayor valor agregado, que en definitiva generan un circulo virtuoso a la economía con mayor ingreso de divisas y generación de empleo, entras otras cuestiones.