Ya se sabe. No dejar que el árbol tape al bosque. Hablamos de la deuda, una mole cuyo volumen exponencial es proporcional a la intranquilidad que genera. En las últimas horas, varios informes de distintas consultoras han agregado un matiz retinto al fenómeno del endeudamiento y las consecuencias que esto disparará en un futuro inmediato. De ahí deriva que la calma, aparente, de las cuestiones financieras, es sólo eso: apariencia. El desafío, juzgan, ya es pensar qué hará el próximo Gobierno a partir de 2020, que es cuando el FMI no prevé una inyección de dólares significativa.
Para los años 2020 a 2023, por ejemplo, se estima que habrá vencimientos de capital por u$s 133.400 millones, un incremento de casi 150% con respecto a los u$s 53.400 millones que ‘heredó’ Cambiemos allá por fines de 2015. El dato es de Ficonomics. Esto es así porque, desde que asumió el presidente Macri, las emisiones de deuda superaron los u$s 153.000 millones, 83% de esa suma son emisiones del Tesoro y casi un 80% fueron colocaciones en moneda extranjera. En tan sólo tres años, la alianza Cambiemos habrá logrado una suba en el stock de deuda externa total de u$s 112.087 millones, según el Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (ODE-UMET).
Claro está que a esto habrá que sumar más demanda de dólares, vencimientos no exigibles como los Adelantos Transitorios del BCRA (que se redujeron en términos de dólares desde 2015) y los déficits fiscales anuales.
Pero donde habrá que poner las miradas en el corto plazo es en la dinámica de las tasas de interés que generan los instrumentos de deuda del propio BCRA como Leliqs, que vienen incrementándose significativamente como porcentaje del PBI.
Fuente: http://www.ambito.com/938564-dolar-y-tasas-que-se-esconde-debajo-de-la-pax-cambiaria