Pese a que frenaron su escalada, señalan que el elevado spread «alienta la demanda de dólares por miedos devaluatorios». La incertidumbre también impacta sobre el consumo.
En un mercado volátil, los dólares financieros acumularon subas cercanas a los $30 en los últimos días, para tocar por momentos máximos nominales históricos y dejar la brecha cercana al 100% (con la caída de hoy, el spread entre el CCL y el mayorista ronda el 94%) . Esto puede tener, en el corto y mediano plazo, efectos negativos para la economía real.
Según remarcaron distintos analistas, la disparada de los tipos de cambios libres complica el objetivo de contener la inflación, además de que la incertidumbre reprime el consumo e impacta contra la actividad. También, señalan, plantea un escenario aún más complejo para cumplir con la meta de acumulación de reservas.
“La realidad es que los dólares libres están incrementándose y no sólo por el hecho de que el Banco Central sigue emitiendo mucho, y por lo tanto hace que el poder adquisitivo del peso baje y eso -como pasaría con cualquier moneda- se nota inmediatamente en los mercados cambiarios libres”, explicó Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso. “Esto sucede también porque hay cada vez más incertidumbre, que hace bajar la demanda de pesos. Si se cae la demanda de un producto, por ejemplo, pero se mantiene la oferta, también se va a ver una pérdida de poder adquisitivo. Acá se complica más porque no solamente se cae la demanda, sino que aumenta la oferta. Y eso se va a reflejar en el mercado cambiario”, agregó.
El economista remarcó otro factor que se suma al “combo” que hizo subir en los últimos días los tipos de cambio alternativo: “Por la incertidumbre, la gente no solamente se va a escapar del peso, sino de todo activo que sea local. Eso se hace también a través del mercado cambiario. Conclusión: esto también presiona al alza los dólares paralelos. El factor incertidumbre es uno de los factores que está haciendo que estos tipos de cambio crezcan”.
“Pero, a su vez, la incertidumbre también hace que la gente invierta y consuma menos: si se invierte y consume menos, se ahorra, y se ahorra en moneda extranjera. Con lo cual esto obviamente hace que la economía hacia adelante, tienda a crecer menos”, agregó Abram.
Impacto en la economía real
En ese contexto, el incremento de los dólares alternativos y la consecuente ampliación de la brecha, enciende una serie de luces de alarma para la economía. “En el corto plazo, la distorsión y los incentivos que impone una brecha más elevada en un contexto de aceleración inflacionaria y elevada incertidumbre, abren ventanas de oportunidad (‘fuga al consumo’) para la adquisición de bienes durables y la reposición de bienes de capital”, señaló el economista de Ecolatina Santiago Manoukian.
“No obstante, en un escenario de preocupante escasez de reservas internacionales, el ensanchamiento del gap cambiario genera incentivos a subfacturar exportaciones y sobrefacturar importaciones, alienta la demanda de dólares por miedos devaluatorios y reduce las liquidaciones en el mercado formal”, remarcó Manoukian, quien agregó: “Estos comportamientos ponen aún más en riesgo la meta de acumulación de reservas y la necesidad de mantener la reactivación económica de la primera parte del año”.
Por su parte, Claudio Caprarulo, director de Analytica, destacó que “el aumento en la brecha cambiaria es una muy mala noticia”. “Entre marzo y mayo se había ubicado por debajo del 80% y ahora nuevamente está cerca del 100%. Profundiza los incentivos a importar por encima de las necesidades propias de los niveles actuales de producción y consumo, producto de la sensación de un dólar oficial barato y mayores expectativas de devaluación. Eso también en un contexto de tanta incertidumbre dificulta la coordinación de precios y reducción de la inercia inflacionaria, con su consecuente impacto negativo en la recuperación de los salarios y el consumo”, subrayó.
Sobre la suba de los tipos de cambio financiero y la inflación, Abram destacó que “también es cierto que en la medida que el dólar está reflejando una pérdida de poder adquisitivo del peso, que es inmediata, eso está anticipando que a futuro todos los bienes y servicios van a reflejar en su precio esta pérdida de valor de nuestra moneda”. “Se está anticipando que hacia adelante va a haber más inflación”, remarcó.
“Esta inflación futura va a repercutir en el consumo y en la actividad económica. Porque cuando se habla de inflación, de lo que se habla es de una quita del poder adquisitivo del peso, de los salarios. Con lo cual, esa pérdida de poder adquisitivo empobrece a la gente, que cuanto más pobre es, menos consume. Y también es cierto que cuanto más inflación hay, más incertidumbre se genera. Con lo cual, ahí hay un círculo vicioso que afecta, porque cae la demanda de pesos y se va potenciando la pérdida de poder adquisitivo, y también porque más incertidumbre significa menos consumo y menos inversión. Y eso también afecta el nivel de actividad. Estamos entrando en un círculo vicioso muy peligroso”, concluyó Abram.