La secretaría de Energía confirmó que avanza un crédito de más de u$s680 millones para el gasoducto Néstor Kirchner. Analizan otras opciones, como un sistema de pagos en monedas locales, un swap y una posible cesión de Derechos Especiales de Giro.
Dólares se buscan. Gran parte de la estrategia económica del Gobierno de cara a 2023 se basa en la posibilidad de acumular reservas en las arcas del Banco Central. Condición indispensable para desacelerar la inflación y recuperar poder adquisitivo. En ese aspecto, Brasil podría transformarse en un socio fundamental, no solo por la relación comercial. Sino también por los proyectos conjuntos de integración energética y financiera que hay en el horizonte. Hay expectativas por el financiamiento de un tramo del gasoducto Néstor Kirchner, acuerdos entre bancos centrales y la posible cesión de Derechos Especiales de Giro. Los diplomáticos argentinos consideran que la configuración del comercio internacional post pandemia y guerra abrirá una serie de oportunidades para desarrollar proyectos conjuntos con distintos actores de la región en sectores estratégicos. Algunos de ellos: energía, alimentos, minería y fertilizantes, entre otros. Los cambios implicarán un viraje de las cadenas de suministro “eficientes” a las “seguras”. Esa característica es la que busca destacar Argentina como proveedora.
El cambio de signo político en Brasil abre un nuevo panorama en la región y en la relación bilateral para desarrollar esas iniciativas. Se espera que Lula da Silva le imprima mayor dinamismo al comercio dentro del Mercosur y con sus aliados. Al mismo tiempo, está latente la expectativa de que busque consolidar al bloque como una plataforma de negociación para con otros actores.
Un primer puntapié del renovado vínculo podría cristalizarse en los próximos días. Como anticipó semanas atrás Ámbito, las negociaciones para que el Banco de Desarrollo del país vecino financie el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner avanzan de forma acelerada. El lunes, la secretaria de Energía Flavia Royón anunció que se tratará de unos u$s 689 millones que ampliarán en un 30% la capacidad de transportar gas.
En esa línea, la funcionaria de la cartera que conduce Sergio Massa, sostuvo que «el primer tramo (desde Tratayén hasta Salliqueló), culminará en junio de 2023 y significará un ahorro de u$s 2.200 millones en importaciones y subsidios» y completó: “En cuanto al segundo tramo, hemos conseguido el financiamiento por u$s 689 millones del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil y de u$s 540 millones de la Corporación Andina de Fomento».
Las gestiones que comenzaron meses atrás con el ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, funcionario de extrema confianza de Jair Bolsonaro, continúan a pesar del resultado de las últimas elecciones. “Estamos trabajando muy fuerte junto a ENARSA, la Secretaría de Energía de la Nación y el Ministerio de Economía para que Brasil financie las próximas etapas del Gasoducto Néstor Kirchner”, confirmaron a este medio desde la embajada argentina en Brasil.
Sobre este punto, aseguraron: “la semana pasada estuvimos reunidos en Brasilia con las autoridades responsables del tema para establecer un esquema de estructuración financiera que sea conveniente para nuestro país. Estamos en contacto con el equipo de transición de Lula y esperamos avanzar en los próximos días”.
Más iniciativas en el plano financiero
La semana pasada durante la cumbre del Mercosur el presidente Alberto Fernández reflotó la idea de un Banco Central común para los países que integran el bloque, algo que se viene conversando con el gobierno brasileño. La iniciativa forma parte de un ambicioso plan de integración que Daniel Scioli impulsa en tierras cariocas.
El conjunto de iniciativas del que dio cuenta Ámbito semanas atrás, también baraja otras alternativas para reforzar el plano financiero, como la implementación de un swap y hasta un sistema de pago de importaciones con monedas locales. El propio Scioli, en una entrevista con Radio 10, detalló que ya hubo reuniones entre los bancos centrales de ambos países para analizar las iniciativas.
A estos proyectos se sumó en el menú de opciones una nueva carta. Se trata de una vía que la Cancillería exploró con otros como China y la propia Rusia, previo al inicio de la guerra, la cesión de Derechos Especiales de Giro. Son hasta u$s8.500 millones que el Fondo Monetario Internacional otorgó al país que presidirá Lula a partir de enero. En el Gobierno deslizan esa posibilidad extraoficialmente. Oficialmente, nadie lo confirma. Pero tampoco lo descartan.