Se espera una rueda con otro round de monedas mientras los inversores miran cómo se comporta la moneda de EEUU después de que la autoridad monetaria subiera la tasa un punto
El viento en contra del mundo y los problemas locales, donde no hubo una noticia económica positiva, hicieron subir al dólar que se acercó a los máximos de septiembre cuando las tasas para ahorristas estaban encima de 50% anual, contra 38% que se paga actualmente.
Los bonos también cayeron, al igual que los de los países emergentes, y el riesgo país subió 0,67% a 750 puntos básicos. Brasil padeció una situación similar. El dólar subió 1,71% a 3,84 reales.
Wall Street sucumbió al igual que las bolsas de Europa con excepción de España e Inglaterra. Asia cerró en terreno positivo porque operó en la noche del martes de Occidente.
Hay temores afuera y adentro. En Estados Unidos ven lejos el arreglo con China, una Reserva Federal que parece volver a la idea de subir las tasas y una economía que está perdiendo fuerza. Por eso se refugian en el oro y los bonos del Tesoro. Además, padecieron su déficit comercial más alto de la década.
En la Argentina la caída de la actividad industrial fue un golpe para el ánimo de los inversores. Perdió 10,8% respecto al año pasado. A la construcción no le fue mejor, cayó 15,7 por ciento.
En todos estos números hay argumentos suficientes para explicar la suba del dólar en la Argentina, pero ninguno es tan fuerte como que se acabó la era del peso y de las tasas. Los depositantes a plazo fijo están volviendo a la moneda de refugio que es el dólar. Contra ese factor psicológico no hay teoría monetaria o suba de tasa que pueda combatirlo. Podrán atenuar la suba del dólar, pero no impedirla.
Es más, como se esperaba, el Banco Central subió la tasa en la licitación de Letras de Liquidez (Leliq). Colocó $220.527 millones a una tasa promedio de 50,55% (+0,30%) y subió 1 punto la tasa de corte a 51,45 por ciento. De esta manera, le quitó plata al mercado y no fue poca: $ 38.600 millones que el jueves no estarán en manos de la gente para comprar dólares.
Pero lo que no cuenta el Banco Central es que la tendencia compradora está lanzada y no hay vendedores de dólares salvo que el precio sea conveniente. Para que haya vendedores de divisas, tiene que haber una tasa que los disuada. También está lejos el deseo del Banco Central de bajar al dólar al nivel inferior de la banda cambiaria que en estos momentos es de 38,76 pesos. El techo se ubicó en $50,17. La divisa por ahora parece más próxima a subir hasta la mitad de la banda ($44,50) que a bajar.
Lo cierto es que el billete de Estados Unidos comenzó el día en alza en el mercado mayorista. Cuando tocó $40,60, el Banco Central hizo una fuerte venta de dólar futuro que bajó la cotización por un instante a $40,22 pero fue solo un minuto. Al instante trepó a $38,27 y de allí sin escalas terminó en la cumbre del día a $40,80, que representa una suba de 92 centavos (+2,30%).
En bancos y casas de cambio, la demanda del público, el mismo que hacía plazos fijos, creció y el dólar se vendió en promedio a $ 41,71 que representa una suba de 88 centavos (+2,13%). El «blue» aumentó 1,27% a $39,75, porque no había billetes para comprarlo. Pero en el post cierre aparecieron compradores y en el mercado estiman, por los precios que se pagaron después de hora, que el jueves puede tocar 40,5 pesos.
Las reservas del Banco Central subieron USD 5 millones a USD 68.349 millones a pesar qué en el exterior por la baja de las principales monedas ante el dólar, se perdieron USD 65 millones. Por otro lado, se pagó 1 millón para compensar operaciones de comercio exterior con Brasil.
Los bonos de la deuda tuvieron leves subas. El Bonar 2024, el título de referencia, aumentó 0,10% y el 2019, 0,61%. Ambas alzas fueron inferiores a las del billete. De allí la suba del riesgo país.
La bolsa sucumbió a todas las noticias negativas. Con un fuerte monto de negocios de $1.061 millones, señal de que los inversores se están yendo del mercado, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 4,42 por ciento. Cerró en el mínimo del día.
Los bancos y las acciones de empresas energéticas fueron las que más incidieron en la caída. YPF (-8,28%), Banco Supervielle (-8,28%), Galicia (-7,37%) y Transener (-5,74%) fueron los grandes perdedores.
En Wall Street los ADR’s argentinos, certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares, cayeron fuerte. Sólo Corporación América (+1,52%) terminó la rueda en alza. Las caídas más importantes fueron las de Banco Supervielle (-7,60%), Galicia (-7,11%) y Banco Macro (-6,94%).
Por otra parte, hay un dato que despierta ansiedad. La inflación de febrero que, según el promedio las consultoras del Banco Central, será de 3,5%, tiene a algunos otros economistas con estimaciones de 4 por ciento. Para el año empeoraron los pronósticos. Ahora dicen que la inflación será de 31,9%. Las proyecciones sobre el precio del dólar tuvieron variaciones mínimas. Las consultoras apuestan a que a fin de año cotizará a $48, pero el mercado de futuros lo tiene en 55,70 pesos.
Las dudas se irán disipando a lo largo de esta semana y la próxima. Pero tras cada respuesta, aparece una nueva pregunta. Ahora se espera una rueda con otro round entre el peso y el dólar. Los inversores quieren ver cómo se comporta la divisa después de que el Banco Central subiera la tasa un punto y absorbiera casi $40 mil millones.
Hay que recordar que cuando el dólar tenía este valor, en setiembre pasado, la tasa de interés que se les pagaba a los ahorristas era 10 puntos más alta.