La brecha cambiaria entre las cotizaciones libres y el dólar oficial supera el 100 por ciento. El dólar “blue” llega a las elecciones por encima de los 200 pesos
La sorpresiva y abultada derrota del oficialismo en las elecciones primarias del 14 de septiembre cambió las expectativas de los actores del mercado financiero, que a través de sus apuestas inversoras, pusieron en “blanco sobre negro” lo que creen que sucederá en la segunda mitad del mandato presidencial de Alberto Fernández.
Esta visión se plasmó en la velocidad de ascenso de las cotizaciones libres del dólar en el atribulado y atomizado mercado cambiario local, que acentuó el contraste con las valuaciones que son contenidas por el accionar de los entes públicos.
De esa forma se cristalizó un amplio desfase de las valuaciones, con un dólar oficial que se atrasa respecto de la inflación -y una competitividad cambiaria que se deteriora día a día-, dólares financieros controlados para enfriar las expectativas devaluatorias y otras cotizaciones libres, ya por encima del umbral de los 200 pesos, que marcan el verdadero pulso de los agentes del mercado.
De esta dinámica dispar emerge una preocupante brecha cambiaria ya establecida en el 100 por ciento, el doble de lo que promedió en el anterior “cepo” entre octubre de 2011 y diciembre de 2015, y que días de una elección legislativa de medio término es considerada clave cuando el oficialismo podría perder el control del Congreso.
¿Qué pasó desde las PASO?
En poco menos de dos meses la variación de los precios fue notoria.
1) Dólar libre. El “blue” tocó el récord de los 200 pesos en los negocios del 4 y el 9 de noviembre, y ayer alcanzó los 205 pesos. Desde el viernes 10 de septiembre -última rueda previa a las PASO- subió 14,50 pesos o 7,8 por ciento. Sin embargo, la divisa informal exhibe un comportamiento bastante calmo en 2021 y gana 20,2% desde los $166 del cierre del 2020, la mitad que la inflación del período, del orden del 40 por ciento.
2) Contado con liquidación libre. Esta paridad surge de los negocios entre privados en el Senebi (Segmento de Negociación Bilateral) de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos). Según la referencia del bono más negociado, que desde las nuevas restricciones del 5 de octubre último es el GD30C, este dólar subió 17,7%, a $211, desde los $179,20 del 10 de septiembre. En 2021, el “contado con liqui” libre sube un 48%, por encima de la inflación.
3) MEP libre. En el Senebi también se efectúan negocios de dólar MEP, que a diferencia del “liqui”, acreditan los dólares en una cuenta en el sistema financiero local. Esta paridad avanzó un 15,4%, desde los $172,65 a los 204 pesos.
4) Dólar ADR. El “contado con liqui” implícito en el precio de las acciones argentinas que son negociadas en pesos en la Bolsa local y en moneda extranjera en Wall Street (los ADR o American Depositary Receipt) alcanza los $212 en promedio, con un aumento de 17,2% desde los $180,96 del 10 de septiembre último.
Como se puede observar, la brecha cambiaria con el tipo de cambio oficial, apenas sobre los $100 en el mercado mayorista, abarca un relevante rango que va del 112% al 99% cuando se consideran los precios del dólar libres de las intervenciones oficiales.
5) Dólar oficial. La cotización mayorista o interbancaria es la que se utiliza para las operaciones de comercio exterior y es -de todas- la más importante, por el elevado volumen diario de negocios por encima de los 500 millones de dólares. El tipo de cambio oficial alcanzaba los $100,11, con un incremento que marcha en los últimos meses por debajo del 1% mensual, frente a una inflación que sobrepasa el 3 por ciento.
El dólar mayorista gana un 19% en el transcurso de 2021, con un avance muy gradual regulado por las intervenciones de contado del Banco Central.
6) Contado con liquidación intervenido. El principal segmento de negocios de bonos en el ByMA es el PPT (Prioridad Precio-Tiempo). Aquí, el Banco Central es el protagonista, al vender títulos públicos contra dólares (básicamente el GD30), a un tipo de cambio más bajo que el libre. Esta suerte de subsidio a la dolarización pisa el valor implícito de la divisa de EEUU, que empieza a atrasarse respecto del “liqui” en el Senebi. El dólar Cable cerró el viernes 10 de septiembre a $170,78 y desde entonces subió un 6,6% -a la par de la inflación- hasta los 182 pesos.
Así, nació una nueva distorsión en el mercado, la “brecha de la brecha”, pues ahora hay 29 pesos o 15,9% que separan al “liqui” libre del intervenido por el Gobierno.
7) MEP intervenido. El dólar MEP o Bolsa cotiza también cerca de los $182, un valor artificialmente bajo por las ventas de bonos AL30 contra pesos que efectúa el Central en el segmento PPT. Esta paridad se encareció un 6,7% desde los $170,65 de dos meses atrás.
Esta intervención del BCRA para frenar el alza de los dólares financieros es además muy costosa por el uso de reservas que exige. Según estimaciones de Gabriel Rubinstein & Asociados (GRA Consultora) en un año -a partir de noviembre de 2020- la entidad monetaria sacrificó más de USD 2.900 millones a partir de esta operatoria que se realiza a través de los bonos del canje, que salieron al mercado en septiembre del año pasado.
La intervención del BCRA en los dólares bursátiles fue un recurso al que se apeló después del récord que habían alcanzado las cotizaciones libres en octubre del año pasado, cuando el “blue” llegó a los $195 para la venta y el “contado con liqui” traspasó los 180 pesos.
“En los dólares bursátiles se ve la intervención con venta de bonos por parte del Gobierno en el tramo final de los negocios, a la espera de que no se disparen. Pero el horizonte lo marca la cotización del contado con liquidación libre, donde en definitiva ahí se está enraizando la expectativa del movimiento futuro de los dólares bursátiles después de las elecciones”, señaló a Infobae el director de Focus Market, Damián Di Pace.
“Hoy estamos en una situación siempre de mucho estrés del mercado, pre y post eleccionario y eso tiene que ver con el alineado político -o no- que haya la semana que viene, en base al resultado de las elecciones. En la previa siempre hay estrés y el rebote o la contención de ese estrés a posteriori, depende de las circunstancias políticas y del nivel de liderazgo de la coalición de Gobierno, del oficialismo, en el caso de una derrota y de cómo se puede llegar a ver esa relación con la oposición en lo que puede percibir el mercado. Puede llegar a haber un pequeño rebote de los bonos en relación a las elecciones -no mucho- y observamos que la negociación con el FMI va a ser cada vez más clave, así como lograr una imagen de coalición política y credibilidad”, analizó Di Pace.
“Previo a las elecciones muy probablemente se verá más toma de coberturas, con una brecha récord, bonos que ajustan por inflación y dólar oficial cada vez más demandados, mientras que sus pares en dólares vienen en caída”, estimó Roberto Geretto, economista de Fundcorp.
“Con una brecha superior al 100% entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, la experiencia demuestra que no se puede crecer y, que es clave de cara a las negociaciones con el FMI, es que no se pueden acumular reservas. Las reservas netas del BCRA van a seguir cayendo y se van a ubicar a fin de año cerca de los 3.000 millones de dólares. Un nivel muy crítico”, dijo el economista Rodrigo Álvarez en declaraciones radiales.
Para Matías Roig, director de Portfolio Personal Inversiones, “pasados los comicios, el mercado mirará el resultado de las elecciones y los planes del Gobierno en torno al acuerdo con el FMI”. El gobierno de Alberto Fernández busca avanzar en negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por una deuda de unos USD 45.000 millones, en medio de una economía con alta inflación y fuerte déficit fiscal, lo que crea presiones cambiarias y desinterés inversor, y que se refleja en altos niveles del riesgo país.