El ministro admitió que el «mejor uso» de los dólares del Fondo es «no tener que usarlos». Planteó que, para eso, buscará captar fondos en el mercado interno
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró que desde esa cartera se apuntará en 2019 a emitir deuda en pesos en el mercado doméstico y, así, tener una mayor cantidad de fondos frescos en dólares provenientes del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para pagar las obligaciones en moneda extranjera y disminuir los riesgos de una nueva crisis de liquidez.
«Los desembolsos en moneda extranjera que estamos recibiendo (del Fondo), no tienen mejor uso que no tener que usarlos», dijo ayer Dujovne en la Conferencia Internacional de Economía (CIIEF) junto a ex ministros de economía de la región. De esta manera, añadió, «se podrá mostrar esa disponibilidad de fondos para conseguir financiamiento en moneda doméstica en el mercado local» y preservar los dólares del FMI para efectuar obligaciones en moneda dura.
Según dejó entrever el funcionario, la estrategia de Hacienda en los próximos meses será fondearse, lo máximo posible, en el mercado local y en pesos para poder afrontar las obligaciones de gasto corriente del Tesoro, que está nominado principalmente en moneda doméstica, sin utilizar los fondos del FMI. Esta acción va en línea con el memorándum firmado entre ambas partes que explicita que los fondos serán utilizados únicamente para el pago de vencimientos e intereses de deuda en moneda extranjera.
La novedad del anuncio del ministro es que, según el programa financiero previsto por Hacienda para 2019, no se prevé ninguna nueva salida al mercado, ni doméstico ni internacional, ya que los dólares que ingresarán del FMI bastan para cubrir todas las obligaciones. No obstante, el ministro no especificó cuándo se producirá la emisión ni bajo qué herramienta.
En concreto, de aprobarse cada una de las revisiones trimestrales ante el organismo internacional, la Argentina accedería a unos u$s 22.800 millones el año próximo, que representan un 54% de las necesidades brutas en 2019. Hacienda cuenta con refinanciar el 45% de las necesidades restantes, que incluye el supuesto principal de un rollover del 60% de las Letras del Tesoro (Letes).
Esta estrategia, que se enmarca de cara a un año financiero convulsionado en el frente externo, y con un riesgo elevado puertas adentro debido a las elecciones presidenciales, permitiría, en palabras del funcionario, «empezar a cambiar el perfil de deuda». Es decir, reducir el componente volátil, de riesgo, que conlleva tener obligaciones en moneda extranjera y así tener liquidez en caso de que suceda un nueva reversión de capitales, tal como ocurrió en abril y agosto de este año.
En este punto, Dujovne remarcó que «la Argentina está en una posición muy sólida en términos de liquidez» por el acuerdo con el Fondo y que el Gobierno busca «persistir» en la construcción de un mercado de capitales «fuerte y sólido» para poder captar fondos en pesos. «Queremos que nuestra deuda neta con el sector privado vaya creciendo en pesos, y para eso el desafío es tener un superávit primario elevado», afirmó el ministro.
La maniobra se da también en un 2019 que se anticipa volátil, con subas de la tasa de interés de la Fed y una posible crisis de liquidez en el mundo, según advirtió ayer John B. Taylor, ex subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, en la CIEF. Del mismo modo, Andrés Velasco, ex ministro de Economía de Chile, dijo que se pueden ver «nubarrones» en el mercado financiero y los países emergentes deben prepararse para no sufrir nuevas fugas de capitales que, en el caso argentino, termine en una nueva crisis cambiaria.
Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, y el aumenta de la tasa de interés en este último, son los dos motivos que podría cortar el apetito de grandes inversores por papeles emergentes para evitar pérdidas.
Por eso, Liliana Rojas Suarez, presidente del Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (Claaf), indicó que «no le extrañaría» que en 2019 se produzca «una salida de capitales repentina de los mercados emergentes».
Además, remarcó que los países más vulnerables a la reversión de capitales son «los que tienen mayor deuda extranjera» y planteó que «de los 23 emergentes, hicimos un estudio que marca que Argentina y Brasil son los más frágiles».