Comparar las metas financieras de las familias en ambos países revela profundas diferencias en las prioridades, costos y desafíos para alcanzar un proyecto de vida
Por Damián Di Pace
El escritor estadounidense Orison Swett Marden decía “La economía consiste en saber gastar y el ahorro en saber guardar” y además agregaba “La economía es una siembra”.
¿Cuánto cuesta alcanzar el estilo de vida en Argentina que se define en Estados Unidos como “sueño americano”? Este último, profundamente arraigado en la cultura estadounidense, simboliza la idea de que cualquier persona, independientemente de su origen, puede alcanzar el éxito y la prosperidad a través del esfuerzo y las oportunidades.
Sin embargo, este ideal enfrenta crecientes dificultades debido al aumento del costo de vida. Según un análisis de Investopedia, el costo total de este sueño asciende a USD 4.4 millones, superando ampliamente los ingresos promedio de por vida de un hombre (USD 3,3 millones) o una mujer (USD 2,4 millones) con título universitario en Estados Unidos.
El mayor gasto es garantizar una jubilación cómoda, que requiere USD 1,6 millones en ahorros para financiar 20 años. La disminución de los planes de pensión privados ha sido un factor importante que ha dificultado la seguridad financiera en la vejez en comparación con generaciones anteriores.
La compra de una vivienda, cuyo costo promedio asciende a USD 930.000, hace que el 77% de los hogares en Estados Unidos no pueda permitirse una casa de precio medio.
Otro componente, es criar dos hijos, estimado en USD 832.000. A diferencia de Argentina, incluye cuatro años de mantención universitaria, ya que las carreras son más cortas y las universidades públicas no son gratuitas. Este costo explica las tasas históricamente bajas de fertilidad: el 36% de los estadounidenses menores de 50 años sin hijos menciona la preocupación económica como la razón principal para no tenerlos.
Estas cifras reflejan cómo la prosperidad económica en Estados Unidos está cada vez más condicionada por factores como la inflación, la desigualdad y los cambios en los patrones familiares y sociales.
Desafíos y prioridades
En contraste, el “sueño argentino” plantea sus propios retos. Aunque las condiciones macroeconómicas del país parecen dirigirse hacia un camino de orden y estabilización, el costo de vida sigue siendo elevado. Estimaciones sugieren que su realización por persona y hogar asciende a USD 1.154.376, superando ampliamente los ingresos promedio de un argentino en 10 años e, incluso, durante toda su vida.
En líneas generales, el mayor gasto proviene de criar dos hijos y sostenerlos durante 24 años, incluyendo la educación hasta los 18 años y seis años de universidad. Esto implica un total estimado de USD 331.892. Aunque es común que los jóvenes estudien y trabajen simultáneamente, asumo un escenario en el que asisten a una universidad pública presencial, dificultando la posibilidad de empleo debido a la carga horaria.
Además, muchos estudiantes deben mudarse de su lugar de origen para estudiar, incurriendo en gastos de alquiler, transporte y servicios.
Este elevado costo explica por qué muchas personas optan por no tener hijos, priorizando tener mascotas, cuyo gasto es significativamente menor, estimado en USD 20.726; esto es ¡16 veces menos! No es casualidad que 47% de las jóvenes argentinas entre 18 y 24 años sin hijos tampoco planeen ser madres.
En línea con esta tendencia, las bodas también se han transformado. Cada vez más parejas prefieren convivir antes de casarse o reemplazar la ceremonia por un viaje al exterior. Mientras que en Estados Unidos una boda cuesta en promedio USD 44.300, en Argentina se realiza una celebración modesta con USD 7.000, incluyendo la compra de alianzas.
Vivienda, ahorro y otras prioridades
Otro importante gasto es la compra de una vivienda. La falta de acceso a créditos hipotecarios en años recientes ha incrementado la cantidad de inquilinos. Sin embargo, desde abril, el regreso de esas líneas de préstamos a largo plazo ha reavivado el sueño de la casa propia. Actualmente, el costo de una vivienda de tres habitaciones en Rosario o Buenos Aires ronda los 275.000 dólares.
Además, garantizar una jubilación digna es crucial. Según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el ingreso promedio actual es de $1.251.170 por mes -unos $1,04 millones de bolsillo- mientras que un jubilado gasta alrededor de un millón de pesos mensuales. Para vivir 20 años con las condiciones actuales, se necesitarían 273.904 dólares.
A pesar de las dificultades económicas en la vida de los argentinos, priorizan cambiar su automóvil regularmente. Suponiendo la compra de un 0km y el recambio por un usado cada cinco años, el gasto a lo largo de la vida asciende a USD 184.872, sin incluir mantenimiento y combustible. Esto representa más de la mitad del costo de criar dos hijos, reflejando cómo las influencias culturales impactan las decisiones financieras.
Otro componente esencial son las vacaciones. Dado el atractivo turístico del país, asumimos viajes anuales dentro del territorio, con un costo promedio de USD 1.000 por persona para una estadía de siete días, sumando un total de USD 60.000 a lo largo de la vida.
Conclusión
Alcanzar el “sueño argentino” resulta un desafío complejo. Con un costo de vida promedio equivalente a casi cinco salarios mínimos, metas como criar hijos, adquirir una vivienda, garantizar una jubilación digna o disfrutar de ciertos estándares de calidad de vida son aspiraciones lejanas para gran parte de la población.
Aunque el regreso de los créditos hipotecarios y señales de estabilización macroeconómica ofrecen una leve esperanza, los altos costos asociados a las necesidades básicas plantean barreras significativas. Este sueño no solo enfrenta limitaciones económicas concretas, sino que también refleja un cambio en las prioridades y expectativas de la sociedad.
Fuente: https://www.infobae.com/opinion/2024/12/09/economia-sueno-americano-vs-sueno-argentino/