Analistas reconocieron que la reestructuración de la deuda pública puede ofrecer condiciones para tranquilizar a los mercados, pero remarcaron que es necesario también acordar con el FMI y delinear un plan macroeconómico
En la apertura del 37° Congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) el titular del Banco Central, Miguel Pesce, se mostró confiado en que el cierre del proceso de reestructuración de la deuda previsto para el 4 de septiembre dará una señal positiva a los mercados y eso ayudará a reducir la brecha cambiaria que actualmente se ubica en torno al 80 por ciento, al tiempo que añadió que con una consecuente mejora de las expectativas no habría razón para establecer mayores restricciones cambiarias.
Sin embargo, economistas consultados por Infobae remarcaron que un exitoso canje de deuda acordado con los bonistas internacionales no es condición suficiente para regenerar la confianza en la Argentina y lograr una disminución de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos.
Ricardo Delgado, CEO de la consultora Analytica, dijo a este medio que coincide con Pesce en que luego del canje puede haber condiciones para tranquilizar a los mercados, pero remarcó que “por sí solo no es suficiente”.
“El gobierno tiene que dar señales muy claras acerca de cuál será su política fiscal, monetaria y cambiaria en adelante. A partir del canje se le abre al Banco Central la oportunidad de aumentar su poder de fuego sobre el dólar con unos USD 7.000 millones. Esta munición hoy no utilizada proviene de los bonos del Tesoro que figuran en su hoja de balance luego del canje de Letras Intransferibles de la gestión anterior, y que no tienen oferta pública”, consideró.
Y añadió: “A partir de septiembre esos títulos cotizarán en el mercado y el Banco Central podrá usarlos para controlar la cotización de los dólares bursátiles, absorbiendo además base monetaria. Esta capacidad de intervención equivale a 230 ruedas de contado con liqui y ayudaría a fortalecer las reservas netas”.
No obstante, planteó que si estas medidas se toman aisladamente tendrán efecto limitado. En ese sentido, afirmó que lo que se espera es que cuando se presente el proyecto de Presupuesto 2021 haya una visión general del ordenamiento macroeconómico que diga cuál será el nivel proyectado de déficit fiscal del año próximo y cuáles las vías para financiarlo.
Asimismo, el titular de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina, consideró que cuando se conoció el acuerdo con los bonistas no hubo un impacto muy fuerte en la brecha. Y que la sensación es que “puede bajar un poco pero que va a seguir en niveles altos”.
“La señal del presupuesto a partir de septiembre puede dar mejores señales. El problema de la confianza va a requerir mucho tiempo e incluso un acuerdo exitoso con el FMI”, destacó.
Para Sigaut Gravina, un acuerdo con el Fondo podría recomponer la confianza pero advirtió que el mismo va llevar tiempo. “El problema está latente. Esto puede ayudar pero no resuelve el problema. Mientras la brecha esté por encima del 50% sigue siendo un problema grande y se siguen perdiendo reservas”, aseguró.
La mirada de dos ex viceministros de Economía
Tras las declaraciones de Pesce en las que destacó que la brecha cambiaria “tuvo que ver con la incertidumbre que se produjo con el proceso de reestructuración de la deuda” y que el Gobierno está esperando que resuelto ese problema se reduzca la brecha, Emmanuel Álvarez Agis, titular de la consultora PxQ y ex viceministro de Economía durante la segunda gestión de Cristina Fernández de Kirchner, cuestionó que desde el Poder Ejecutivo se discutiera en las últimas semanas y de forma pública la posibilidad de endurecer los controles cambiarios luego de la suba que vienen registrando los dólares paralelos en los últimos meses en medio de la recesión agravada por la pandemia de coronavirus.
“Hace unas semanas el Gobierno discutió una medida que si uno la tiene que tomar se la tienen que enterar dos personas en todo el país, el Presidente y el titular del Banco Central. Y el Gobierno lo estuvo discutiendo en público. Me refiero al cortar el dólar ahorro”, planteó el ex funcionario en una videconferencia organizada por AdCap Securities en la que disertó sobre la coyuntura económica actual junto a su colega Daniel Artana.
Ante una consulta de Infobae, Agis afirmó: “Esa discusión me hace pensar que antes de devaluar el Gobierno prefiere ajustar el control de cambios”.
Y amplió: “Si en la recuperación de la pandemia, le meto arriba una devaluación, me como 12 meses más de recesión. Y esos doce meses te llevan a las elecciones. Sería como estirar el efecto de la pandemia. ¿Qué hace el Gobierno el día después del canje? Reza para que baja el contado con liquidación. Y después va a probar abastecer cierta demanda de cobertura que hoy no existe en la Argentina. Y ese es un error fundamental”.
A su turno, el ex viceministro de Economía Daniel Artana aseguró que el Gobierno tiene que ofrecer opciones para dolarizarse tanto a las empresas como a las personas y en ese sentido se mostró escéptico al señalar que “el Gobierno mostró que está dispuesto a ir al revés”.
“Tenés que darle opciones a la gente. Mientras más trabás el mercado de cambios la gente no va a ir a comprar bienes. Si se quieren dolarizar y no tienen un vehículo, la alternativa va a ser peor. El Gobierno debería darle liquidez al mercado. Tiene una asignatura pendiente el Banco Central”, destacó.