Las previsiones de crecimiento para el 2019 oscilan desde un magro 0,2% hasta una expansión de 3%, aún por arriba de la previsión oficial, que es del 1,9%
Que el segundo y el tercer trimestres serán malos en la evolución de la economía, no hay dudas entre las consultoras y hasta el Gobierno lo reconoce. El efecto de la sequía y la corrida cambiaria pegarán de lleno y dejarán registros negativos. La esperanza está puesta en el último trimestre, para que el arrastre estadístico ayude a que el 2019 muestre períodos en positivo y que en el año próximo se empiece a gestar una recuperación.
No obstante, el desafío para que 2018 termine con una evolución en terreno positivo es elevada. De hecho, para alcanzar el crecimiento del 0,4% que está en la Carta de Intención con el Fondo Monetario Internacional, la economía debe crecer 0,3% en promedio mensual de junio a fin de año. «Difícil que se logre. Vamos a un crecimiento negativo para el 2018», sostuvo Santiago López Alfaro, de Delphos Investment.
Entre las previsiones optimistas está la de CyT Asesores. «Para nosotros la economía crecería 0,3% este año, que implica trimestralmente un crecimiento en el cuarto trimestre frente al tercero. La clave es la cosecha de trigo y que la situación financiera se estabilice», sostuvo María Castiglione. Para 2019 esperan un aumento del PBI de entre 2,5% y 3%, aún por encima de la última estimación oficial.
El Gobierno espera que este año, tras dos trimestres de recesión, la economía termine con un crecimiento de en torno a 0,5% y 0,6% y, que en 2019, repunte para cerrar en 1,9%, según dijo el secretario de Política Económica, Guido Sandleris. Rodrigo Álvarez, de Analytica, describió que la corrección del tipo de cambio real «generaría la recesión más profunda desde 2009, debido a la configuración de variables macro y los condicionamientos sobre la política económica impuestos por el Gobierno y/o el FMI. Sin embargo, la combinación de factores estadísticos y estacionales implicaría que los datos anuales ‘luzcan‘ mejor que otros eventos similares». Espera una contracción del PBI de 0,8% en 2018 y una suba de 0,2% en 2019.
Para Miguel Zielonka de EconViews, también el último trimestre empezará a mostrar una mejora, leve, de 0,2% frente al anterior. “Si es positivo el cuatro trimestre, sería apenas”, dijo. No obstante para 2018 estiman que cerrará en caída de 0,5% y que crecerá un 1,5% el próximo. ¿Las razones? “El campo, una mejora en el salario real por apertura de paritarias e inversión en PPP, donde el sector privado reemplaza al sector público”, describió. También Melisa Sala de LCG identificó que ayudará la cosecha, la mejora del salario real y una recuperación de las exportaciones.
En ACM creen que este año la economía va a crecer 0,4% como techo, “con un cuarto trimestre apenas positivo en términos desestacionalizados”, sostuvo Jorge Neyro, aunque dependerá “de que el gobierno pueda bajar las tasas de interés y la cosecha fina sea buena”. Para 2019 esperan un aumento del PBI de 1,4%, año en el que “la política fiscal seguirá siendo contractiva, el consumo debería repuntar levemente, la cosecha de soja volvería a niveles normales, y suponiendo que no hay nuevos shocks financieros y que el Gobierno cumple con las metas con el FMI”.
Tanto Juan Ignacio Paolicchi de EcoGo como Gabriel Caamaño Gómez creen que el último trimestre del año la economía podría estabilizarse, dejar de caer. “Todavía no se puede salir del zigzag”, describió Paolicchi, sobre los años de crecimiento seguidos de caída. Para 2019 sostiene que la evolución dependerá de si en la cuenta capital revierte la tendencia.
Martín Alfie, de Radar, sostuvo que “no hay mucho espacio que recupere en el último trimestre. Hay que ver por el lado de la oferta que pasas con la cosecha de trigo, que dicen que va a ser muy buena. Eso permitiría, al menos contablemente, observar cierta estabilización. Pero vemos difícil que sea un crecimiento”.