La actividad económica se derrumbó más de 8% anual en marzo. No obstante, desde el Gobierno aseguran que hechos como la vuelta del crédito hipotecario auguran un mejor futuro
Este jueves el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que el derrumbe de la actividad económica tocó su piso en marzo y resaltó algunos datos que estarían dando indicios sobre el tan mentado «rebote en V». ´Sin embargo, los economistas que dialogaron con Ámbito no ven palancas que puedan apuntalar la economía y ponen dudas sobre la mirada oficial.
El INDEC dio a conocer esta semana que la economía acumuló en marzo su quinta caída interanual consecutiva, al desplomarse un 8,4% respecto del mismo mes de 2023.
Al respecto, el director del Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala, Juan Manuel Telechea, advirtió en conversaciones con este medio que la mejora mensual de algunos datos de abril no necesariamente se va a ver reflejado en un repunte de la actividad.
«Si bien es cierto que en abril se vio una recuperación respecto de marzo de la recaudación, los patentamientos de autos, las ventas minoristas y la construcción, me parece que esto no alcanza para confirmar que tocamos el piso. El dato del EMAE de marzo fue muy flojo, por debajo de lo esperado, por lo cual no es que hay una relación uno a uno entre estos otros indicadores y la economía en términos agregados», profundizó.
Asimismo, el economista disintió con la mirada del ministro Luis Caputo sobre la forma de «V» que tendría la reactivación ya que el consumo representa el 70% de la demanda agregada y no se perciben motores que los vayan a impulsar, en un contexto de salarios y jubilaciones en valores sumamente deprimidos.
«No sé qué indicadores está mirando el Gobierno para decir que la recesión está tocando fondo. Los datos que tenemos hasta marzo indican que no; el consumo está estancado por caída del salario real, las inversiones no aparecen y va a llevar tiempo que vengan, y las exportaciones están complicadas por el atraso del tipo de cambio», sostuvo el liberal Roberto Cachanosky.
De cara al futuro, el especialista no percibe motores que puedan traccionar al alza la actividad ya que de las tres variables mencionadas «solo las exportaciones pueden aumentar por el sector agrícola, pero hoy no están liquidando lo que normalmente se liquida a a esta altura del año».
Por su parte, el Director Ejecutivo de Libertad y Progreso, Aldo Abram, pronosticó un posible piso en abril, aunque aclaró que todavía no hay indicadores certeros que muestren una tendencia en ese sentido. En ese sentido, estimó que va a ser el sector agropecuario el que va a apuntalar la recuperación, siempre y cuando se logre contener la brecha cambiaria, algo que el magíster en Ciencias Económicas cree que va a suceder.
Aun así, Abram advirtió que más allá del aporte del campo, las dos condiciones necesarias para que haya un rebote rápido son la aprobación de la Ley Bases, para dar y, fundamentalmente, la salida del cepo. «El cepo pone freno a los precios pero también a la economía».
«Creo que el sector agropecuario es el que va a estar apuntalando la recuperación; ya empezó hace algunas semanas a levantar, a poder levantar la cosecha venía muy demorada y eso moviliza la economía».
Adorni explicó en esta jornada que hechos como la vuelta del crédito hipotecario son un indicio de mejora en términos de actividad. Además, el funcionario resaltó la desaceleración de la inflación como una de las variables que permitirían este repunte. «Estamos con un montón de precios que ya se han corregido y liberado, y que efectivamente se han sincerado como pretendíamos. Además de ver algunos salarios que le empiezan a ganar mes a mes, entendemos que ese punto más bajo ya pasó», detalló.
La actividad económica se derrumbó más de 8% anual
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) publicado el miércoles por el INDEC arrojó una contracción del 8,4% interanual para marzo.
De los sectores más relevantes de la economía, la construcción, la industria manufacturera y el comercio son los más afectados.
En el caso de la industria, el sector textil y el siderúrgico son los que más inciden en la caída, aunque también se perciben fuertes desplomes en maquinaria agrícola, electrodomésticos y productos de electrónica.
A los sectores mencionados puede sumarse la actividad de los bancos que, aunque con menos peso en el EMAE, sufrieron importantes bajas.
A contramano del nivel general, el sector hidrocarburífero y minero, y el agro vienen mostrando mejoras (en el caso del agro con una muy baja base de comparación por la sequía de 2023).