• Los depósitos minoristas crecieron $ 8.600 M en marzo; las empresas, en cambio, prefieren invertir en Lebac
El mercado entero buscó en estos días aprovechar lo que podrían ser las últimas semanas de altas tasas de interés en el sistema financiero. Y provocó, de esta manera, un movimiento de dinero desde las inversiones en dólares hacia los depósitos en bancos y las Lebac.
En las mesas de dinero perciben ahora que es probable que el regreso de la calma en el dólar dé espacio al Banco Central para interrumpir, esta misma semana, la fuerte suba de tasas que debió iniciar en febrero cuando se disparó la demanda de billetes y el tipo de cambio llegó a perforar el techo de los $ 16. Y que, de a poco, inicie un camino para abaratar los costos de financiamiento de la economía y permita una reactivación.
En lo poco que va de marzo, los ahorristas buscaron sacar tajada de tasas que treparon hasta un máximo del 38% anual: depositaron $ 1.200 millones por día en nuevos plazos fijos y compraron $ 2.300 millones en Letras de deuda del BCRA (Lebac) en las últimas dos licitaciones semanales. El stock total de los ahorros minoristas creció, así, en $ 8.650 millones durante los primeros 9 días del mes informados por el BCRA.
Las empresas se mostraron igualmente atraídas por los rendimientos en pesos, pero en la mayoría de los casos mostraron preferencia por títulos del organismo antes que por los depósitos: $ 680 millones por día fueron al banco y unos $ 4.755 millones estuvieron destinados a la suscripción de Lebac (sólo en el tramo no competitivo, que es donde no tienen presencia los bancos públicos y privados).
Los clientes intuyen que, con el dólar ya bajo control, ésta será la última oportunidad que tendrán de obtener altas recompensas en pesos. La llegada de los dólares del agro (por la liquidación de las exportaciones de la cosecha gruesa) y las emisiones de deuda provinciales y corporativas (por el inminente pago a los holdouts) son factores suficientes como para esperar un freno, o hasta una caída, en el tipo de cambio. En el mercado de futuros se refleja un fuerte descenso de las expectativas de devaluación: hace casi un mes, los inversores esperaban que la cotización se acercara a los $ 17 a fin de mayo; ahora, para esa misma fecha, el valor se acerca a los $ 15,50, casi el mismo que en la actualidad.
A la entidad de Federico Sturzenegger le alcanzó este ajuste de tasas tanto para hacer más atractivas las inversiones en moneda local, y moderar de esta manera las presiones cambiarias, como para captar una buena cantidad de ofertas en sus colocaciones de deuda y pagar los altos vencimientos de estas semanas.
Las Lebac se convirtieron en estos días en el instrumento de moda en el mercado. Las tasas de los plazos más cortos (35 días) arrastraron hacia arriba los retornos que salieron a pagar los bancos por sus plazos fijos y superaron a los de cualquier otro tipo de alternativa en el sistema. Esto explicó que las empresas, con mayor facilidad que los particulares para participar en las licitaciones del BCRA, resolvieran colocar la mayor cantidad de dinero a estos títulos de deuda y decidieran rescatar buena parte de lo que mantenían colocado en los fondos «money market».
La diferencia entre las tasas de Lebac (38%) y los plazos fijos (pagan hoy 31% a empresas y 28% a particulares) provocó un cambio en la composición de los depósitos del sector privado: es la primera vez que el dinero de los ahorristas tiene más peso en el fondeo de los bancos que el de las empresas. El total de los depósitos minoristas (inferiores al millón de pesos) creció hasta alcanzar los $ 237.000 millones y superar el stock de los mayoristas, que hoy es de $ 226.700 millones.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=831131