El campo, una inversión que no ves…hasta que la ves
La coyuntura de baja de precios y la poca existencia en Argentina de brokers de futuros juega en contra para el desarrollo de los negocios con commodities agrícolas, pero hay luces de crecimiento que se encienden en el tablero.
Un verdadero panel de expertos se hizo cita en Expo Inversiones Rosario 2017 para discutir y responder inquietudes de los más de 600 asistentes sobre el principal motor productivo del país. Claro…el campo.
Gustavo Picolla, analista de mercados agrícolas, ex Gerente general del MATBA y consultor del Banco Mundial, Carlos Seggiaro, economista, Asesor Económico del Comité Ejecutivo Nacional de la Federación Agraria Argentina y Miembro del equipo técnico del ministerio de producción de Santa Fe; Diego G. Fernández, Director ejecutivo de ROFEX, Emilce Terré, Jefa de informaciones y estudios económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario compartieron, desde sus punto de vista, un panorama global del mercado y las perspectivas de los precios del agro para la próxima campaña.
En primer lugar los panelistas se tomaron unos minutos para poner al auditorio en sintonía, enumerando las medidas que el gobierno necesita ajustar para poner en equilibrio nuevamente al país, pero al mismo tiempo alertaron sobre las consecuencias que estas reestructuraciones de la macroeconomía tendrán sobre la sociedad en su conjunto.
“El déficit fiscal y comercial, el atraso tarifario y cambiario, la inflación y el escenario recesivo es un combo de variables, heredadas o propias, insostenible” apuntó Carlos Seggiaro, también dejando al descubierto los problemas que hoy transitan muchas de las cadenas de valor, acrecentado por los valores de las tasas de interés en el sistema financiero.
En pocas palabras Seggiaro explicó que la hoja de ruta planteada por el gobierno llevará a una drástica baja de los subsidios para disminuir el déficit fiscal y el actual ritmo de emisión, lo que traerá aparejado una baja también en las “exorbitantes” tasas de interés que paga hoy el sistema a través de las Lebac, que se encuentran sobre el 27%. Si esa formula se aplica, tendrá como resultado una recuperación de la cotización del dólar, impactando positivamente en las cadenas de valor que hoy atraviesan tiempos complejos.
“En 2018, la pauta devaluatoria debería ser superior a la inflación y a la de interés, teniendo en cuenta como referencia las del Lebac, y que éstas superen también la taza de inflación, lo que traería la recuperación de la competitividad de los sectores productivos” continuó.
Esta hoja de ruta, que claramente responde a reclamos del FMI, resultaría positiva para el productor agropecuario que se recostará en la exportación de commodities, pero por otro lado, el impacto de las medidas no será beneficioso para el mercado de consumo interno donde se desarrollan otras cadenas de valor como los productores lácteos, porcinos y ganaderos, entre otros.
El sube y baja de los commodities: en perspectiva
“Después del record histórico de precios de 2012, el año que viene, por la reducción del stock de soja, podría ser el fin de la baja” auguró Emilce Terré, quien a su vez explicó al auditorio que actualmente existe un mejor sostén para los cereales que para las oleaginosas.
Claramente, esta realidad es producto de una serie de políticas del nuevo gobierno, en pleno contraste con decisiones que se mantuvieron durante el kirchenrismo y Terré las enumeró sin tapujos: el punto final al cepo cambiario, la eliminación de los ROES, la eliminación de las retenciones (con excepción del 5% a la soja) y la actualización del tipo cambiario.
“Hoy vemos un mercado más fluido” explicó, “donde el productor sabe que puede vender cuando quiere y donde ve reglas de juego claras que le permiten invertir en la calidad de sus commodities”.
Confiada en sus palabras, Terré predijo que el “maíz será la estrella del balance comercial en el futuro” y que “Argentina puede aumentar su producción un 30% en 10 años”, pero los puntos a favor en cuanto a condiciones agroecológicas, eficiencia y adaptación de la tecnología y aumento de la demanda mundial, tienen su contratara en enormes desafíos que el país tiene en cuanto a mejorar su infraestructura logística, de transporte y energética, el manejo de los recursos hídricos, el escaso acceso al crédito y la alta presión impositiva.
Vender lo que producimos y el foco en los mercados a futuro
“En Argentina se hizo plata con otros negocios. Los portfolio managers admiten que se produce dinero con otros commodities que no son los que nuestro país produce” sentenció Gustavo Picolla, que aún así se mostró optimista al decir que “ya hay un cambio que se vive y que seguramente devendrá en que los Fondos Comunes de Inversión (FCI) incluyan commodities agrícolas”. Este punto, según Picolla, será una atracción para que actores del sector financiero se vuelva en parte a los commodities.
Haciendo un poco de pedagogía, Picolla también explicó a los presentes que parte del negocio de invertir en commodities no es ir a comprar los granos sino que “la inversión es en un papel”, refiriéndose a los mercados futuros y a la ecuación de los stocks, la oferta y la demanda al día y con proyección en el tiempo. También mostró que el sector se ve fuertemente cruzado por avances tecnológicos que permiten, a través de softwares, comparar precios y enviar órdenes de compra, facilitando las operaciones en todo momento.
El negocio del mañana, hoy
“Los mercados a futuro llevan en funcionamiento más de 100 años en Argentina y esto no es moneda corriente en el mundo. Y esto es porque a principios del siglo XX nuestro país era extremadamente próspero y trató de copiar instituciones que funcionaban a nivel internacional como las de Estados Unidos e Inglaterra”, contextualizó Diego G. Fernández, Director ejecutivo de ROFEX.
Los mercados de futuros argentinos crecieron desde principios de siglo XX, incluso superando la producción física, pero los vaivenes económicos acontecidos durante la crisis del 29 y luego, ya más cercanas en el tiempo, con las vividas en nuestro país en 2001 y también en 2008 luego de la recordada “125”, ese valor se fue reduciendo. “Hoy los mercados de futuros sólo representan el 40% de la producción argentina” explicó.
“La realidad es que no es fácil hacer contratos de futuro y menos aún operarlos” reveló Fernández. Hoy, a nivel mundial, los futuros agrícolas se operan en un 76% en Asia y el 21% en EEUU. Del resto, el 50% se realizan en Sudáfrica que ha tenido un enorme desarrollo en futuros de commodities agrícolas, en especial de maíz y Argentina sólo figura con el 15%.
Según Fernández, la lógica típica de Chicago, la de una vez realizada la siembra vender y asegurar un margen, se ha visto distorsionada en nuestro país. “En Argentina el productor se adaptó a realidad de nuestro país, a las devaluaciones, a la inflación” explicó y agregó que “aquí estamos acostumbrados a medir el rinde, los costos transformados en toneladas y determinar el margen también en toneladas”.
Así la soja, el maíz son prácticamente una moneda, un activo de reserva de valor, y es por eso que se explica que el productor argentino en lugar de cubrir lo que va a sembrar, guarda lo que ya cosechó. “En lugar de minimizar el riesgo soja, prefiere acumularla, y esto seguramente estará profundizado por el pronóstico para 2018 de disminución de producciones. De esta manera el productor puede ganar un medio por ciento mensual si guarda esa soja” ejemplificó.
Al respecto, el director ejecutivo del ROFEX dijo que “si para Argentina los granos o los commodities son una reserva de valor, eso hace que haya oportunidades de valores, ya que esos bienes tienen tasas, o sea, vale más en el futuro y es posible aprovechar esa tasa y esto hace a que muchos comiencen a ver a los commodities agrícolas como un destino de inversión”.
¿Pero por qué entonces este tipo de inversión no es moneda corriente? Fernández acusó a la falta de conocimiento por parte de muchos de los actores y apunto a que “los portfolio managers del sector bursátil argentino tradicional se han desarrollado a través de otros activos financieros, y no con los que nuestro país produce”.
Incentivos para sumar jugadores
¿Qué debe hacer Argentina para que los sectores financieros inviertan en Commodities Agropecuarios? La pregunta quedó picando y el primero en tomar la posta fue Diego G. Fernández, quien admitió que aún restan realizarse cambios regulatorios, como la Ley de Mercado de Capitales, que “debería aprobarse en los 3 o 4 meses próximos” y también “10 años de estabilidad”.
El panel reconoció que si bien hoy en Argentina hay posibilidades y oportunidades de inversión en commodities agrícolas, y que pronto algunos fondos de inversión los incluirán en sus carteras para diferenciarse, “aún hay mucho desconocimiento por parte de los inversores y no son actualmente las más atractivas”, pero advirtieron que “cuando esto suceda, será muy fuerte”.
¿Qué pasará con los precios?
Sin lugar a dudas es un sector con muchos cambios, donde factores climáticos y contextos de abundancia repercuten fuertemente en la caída de los precios.
Con la cosecha de maíz y soja por venir en Sudamérica, Terré explicó que se espera una caída en los stocks que traerá un potencial de suba, especialmente en el maíz. También alertó que “si se decide por una inversión en maíz, que tendrá una fuerte demanda de China, se tendrá que seguir muy de cerca el clima, que según los pronósticos tiene las características de niña”.
Carlos Seggiaro ahondó sobre este punto, indicando que este factor tendrá gran impacto sobre el mercado, especialmente en Brasil, ya que si allí el trigo no es de buena calidad, se abrirá claramente una gran oportunidad para Argentina. “Brasil es el principal destino del trigo argentino. Un panorama como este puede ser una oportunidad regional importante” sentenció.
Entrar más en el juego
Argentina es y puede ser aún más fuerte en cuanto a la producción y venta de commodities agrícolas, pero no es hasta el momento el lugar más atractivo para la inversión. “Los commodities agrícolas son una herramienta que debe formar parte del reparto de cartas, para que cada uno las juegue como pueda o quiera” argumentó Gustavo Picolla.
“Hoy la coyuntura es de baja de precios y en Argentina hay pocos brokers de futuros, y eso nos juega en contra para el desarrollo de los negocios con commodities agrícolas” explicó.
Podés ver el panel completo en este link: