Ante la caída de reservas a que se vio forzado y las dificultades que se insinúan para cumplir las metas con el Fondo Monetario, debió cambiar de paso
La caída del desempleo en Estados Unidos sorprendió a los analistas y a los inversores que temen que la Reserva Federal, ante este dato que advierte que la inflación sigue siendo una amenaza, revea su decisión de tener una política monetaria más laxa porque el trabajo más duro fue hecho.
De hecho, la tasa de los bonos del Tesoro norteamericano a 10 años tuvieron una fuerte alza a 4 por ciento. Las acciones en Wall Street y el Nasdaq interrumpieron las subas, apenas conocida la noticia. Los índices terminaron en rojo.
Por supuesto, más afectados aún fueron los bonos de los países emergentes. El EEM, el indicador que los representa, cayó 1,8% y el de Brasil, el EWZ, perdió 1,8 por ciento.
Los bonos de la deuda externa argentina también se hundieron y después de algunas ruedas promisorias, algunos llegaron a perder más de 2%. El GD30D, uno de los más demandados por los inversores, debido a que es el que utiliza el Banco Central para regular el precio de los dólares alternativos, perdió 1,30% y la autoridad monetaria no pudo hacer nada para sostenerlo.
De esta manera, el riesgo país subió 50 unidades (+2,78%) a 1.845 puntos básicos. La estadía en el rango de los 1.700 puntos le duró 24 horas. También se derrumbaron las acciones. Con un escaso monto de negocios de $3.260 millones, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes cedió 3,81 por ciento.
Retirada
La salida de los inversores de mercados emergentes y de las acciones no solo es por temor a una recesión en Estados Unidos, sino por el nuevo frente de conflicto que se abrió con China y que puede afectar a las inversiones norteamericanas en ese país.
Esas señales de recesión ya las está viviendo la economía argentina. El economista Salvador Di Stefano advirtió en su último informe que la recaudación tributaria de los últimos 12 meses, fue inferior a la inflación. En ese lapso la recaudación subió 87,1% contra una inflación de 98%. Y esto tiene relación con la caída de las importaciones que de USD 8.432 millones en junio bajaron a 5.087 millones en diciembre.
Por otra parte, también bajaron más de 3% las ventas de las Pymes. La actividad económica está comprometida. Salvador Vitelli, analista económico y especialista en agronegocios, advierte que este comienzo del año es el peor desde 2014. “El Banco Central lleva vendidos en 2023 USD 337 millones. Si no hubiera sido por el ingreso a principios de enero de inversiones chinas por USD 200 millones, el panorama sería más crítico”. El viernes el Banco Central vendió USD 49 millones a los importadores con los que mantiene una deuda de USD 8.000 millones.
Soja sin vender
“Ya se está hablando de un nuevo dólar soja en marzo para cumplir con las metas de reservas del FMI. Pero va a ser difícil que alcancen el objetivo. La Bolsa de Rosario estimó que queda un stock de 4 millones de toneladas de soja sin vender que no alcanzan para cubrir esas exigencias. Además, si ese remanente no se vendió con el primero ni el segundo dólar soja, por qué vamos a pensar que se va a vender ahora. Además, en marzo va a ser muy difícil que haya un volumen más grande de liquidaciones porque la mayoría de la soja se sembró tarde por la sequía. Recién en abril y mayo vamos a ver la cosecha gruesa”, agregó Vitelli.
Una señal importante fue la devaluación del viernes. El dólar aumentó 46 centavos a $188,04 y es el porcentaje más alto del año. Es 0,24% que anualizado equivale a 140%. Es indudable que hay una necesidad de no atrasar el tipo de cambio ante la falta de reservas. La devaluación de febrero venía a un ritmo de 5,1% mensual.
Dólares que se van
El viernes las reservas perdieron USD 297 millones por un pago al FMI y quedaron en USD 41.019 millones. Al mismo tiempo, el informe diario de Andrés Reschni observa que el viernes hubo una fuerte venta de dólares futuro y se pregunta si no intervino el Banco Central porque se operaron en el MATBA Rofex 1.468.528 contratos que “es por lejos el mayor volumen de los últimos 10 años para la primera rueda de febrero y supera el promedio de los 9 años anteriores en 225%”.
El viernes, por otra parte, se moderó la intervención en el mercado cambiario porque bajaron el volumen de operaciones habituales en la mitad de la rueda. De hecho, se redujo el volumen de negocios en dólares alternativos a USD 200 millones. El Banco Central apareció en los últimos minutos de la rueda con una importante postura para que no se dispare. De esta manera, consiguió bajar el contado con liquidación $3,82% (-1,04%) a $362,95, pero dejó correr al MEP que subió $2,61 (+0,7%) a 357,36 pesos.
Hoy comienza una semana complicada porque se conocerá la inflación de enero y el Ministerio de Economía está pensando en hacer ajustes porque el escenario se le complicó por la falta de dólares. Acelerar la devaluación le quita una de las herramientas antiinflacionarias preferidas, junto al control de precios.