El Banco Central de Brasil anunció que subastará futuros de dólar, pero los montos no convencieron. La devaluación ya le devolvió el superávit comercial a Brasil
El real brasileño no detuvo su derrumbe y llegó ayer a los 3,45 por dólar, su nivel más bajo de los últimos 12 años. La moneda del gigante sudamericano acumula una baja del 10% en un mes y del 34% en un año, lo que presiona a una inflación que coquetea con los dos dígitos. La crisis brasileña presiona la política cambiaria argentina, que mantiene planchado al dólar oficial para que no se escapen los precios, y le cuesta al país en materia comercial.
El desplome del real tuvo un impulso renovado ayer en el hecho de que el Banco Central de Brasil pareció renunciar a intervenir en su cotización, al no aumentar sus intervenciones en el mercado.
La autoridad monetaria brasileña dijo que realizará el lunes una subasta de renovación de swaps cambiarios ?equivalente a una venta futura de dólares? que vencen en septiembre, correspondiente a u$s 10.027 millones de dólares, pero el anuncio sonó a poco a opinión de los inversores.
La apertura de una nueva fase de las investigaciones por corrupción tras la detención del ex ministro José Dirceu agregó condimentos de inestabilidad a una rueda que venía movida.
El retroceso del real ya afectó al intercambio comercial brasileño. La caída de las importaciones hizo que la balanza comercial brasileña obtuviera el mejor superávit para los primeros siete meses del año en los últimos tres años, al acumular un saldo positivo de u$s 4.599 millones.
El Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio exterior brasileño informó que en lo que va del año el intercambio comercial resultó en exportaciones por u$s 112.854 millones, 16,2% menos en la comparación interanual, e importaciones por u$s 108.255 millones, un 19,9% menos a mismo período del año pasado.
La Argentina sufre en forma directa el golpe: las exportaciones cayeron un 21,9% en lo que va del año mientras que las importaciones lo hicieron en un 11,2%. Como resultado de ello se acumula un déficit de u$s 1.240 millones. Es por ese canal que el movimiento del real presiona a la política cambiaria argentina. En los últimos 12 meses el dólar ganó menos de 12% frente al peso argentino.