La entidad planeaba comprar u$s 12.500 millones este año para sostener las reservas. Hasta septiembre, el saldo de compras y ventas resulta negativo en casi u$s 400 millones. Menor saldo comercial, fuga turística y retraso de exportaciones rompieron con los planes
Al Banco Central las cosas no le están saliendo de acuerdo a sus planes. En septiembre, el saldo de la intervención del Banco Central en el mercado cambiario pasó a ser negativo por primera vez desde 2008, plena crisis subprime. La entidad conducida por Mercedes Marcó del Pont planeaba comprar u$s 12.500 millones este año para ayudar a sostener el nivel de reservas pero algo salió muy mal: hasta el 27 de septiembre acumula ventas por u$s 391 millones.
El viernes, la autoridad monetaria reveló que en septiembre vendió u$s 1.189 millones de sus reservas para abastecer la demanda de divisas, principalmente de importadores. La cifra supera por varios cientos de millones a los cálculos más pesimistas hechos por el mercado, que esperaba un número en torno a los u$s 800 millones.
Las ventas convirtieron a septiembre en el peor mes para la intervención de la entidad en la plaza cambiaria desde octubre de 2011 cuando debió vender u$s 2.100 millones. El pico en las ventas había llegado antes de las elcciones presidenciales de ese año y habían motivado, en los últimos días de ese mes, el inicio de las medidas de restricción cambiaria conocidas como cepo.
Un 2013 con ventas netas del BCRA en el mercado cambiario no estaba en los planes del Gobierno. “En 2013 se espera que las compras netas de divisas de la autoridad monetaria alcancen aproximadamente u$s 12.500 millones. Ese ingreso de divisas permitirá lograr el objetivo de recomponer el nivel de las reservas internacionales, aún después de los pagos de deuda en moneda extranjera del sector público”, rezaba la “Programación 2013” del Banco Central, un informe elaborado en diciembre del año pasado en el que la autoridad monetaria fijó sus “objetivos y planes” para este período.
Los presupuestos sobre los que se basaban los objetivos del BCRA se derrumbaron en los nueve meses que ya transcurrieron del año. Son varias las cosas que salieron mal. Los egresos de divisas por turismo, por ejemplo, pasaron de los u$s 4.667 millones fugados el año pasado a un estimado de u$s 8.500 millones que saldrán este año. Las importaciones de energía, por su parte, saltaron de u$s 9.465 en 2012 a los u$s 12.000 millones que se estiman para este año. Un superávit comercial acumulado a agosto u$s 3.000 millones por
debajo del nivel que mostraba el año pasado y, por último, el retraso de exportaciones de productores agrarios completan el panorama.
“Hay una inconsistencia entre la tasa de interés y la tasa de devaluación, que se movieron a ritmos independientes, que generó estímulos para todas las vías de fuga de divisas que se mantienen abiertas, y que son muchas”, sintetizó Marina Dal Poggetto, economista de Bein & Asociados. “Por el lado financiero, sin ir más lejos, es fácil verlo por la cancelación de deuda en dólares y su paso a pesos”, ejemplificó.
La última vez que el Banco Central cerró un año con un resultado vendedor en su participación en el mercado cambiario fue 2008, año en que estalló la crisis sub-prime en los Estados Unidos. El año pasado compró u$s 9.200 millones.
La floja suerte de Marcó del Pont en el mercado cambiario explica el derrumbe de las reservas, que caen más de u$s 8.500 millones en lo que va del año y cerraron el viernes en u$s 34.709 millones, su nivel más bajo en seis años.
Las estimaciones privadas para el nivel de reservas de fines de este año no prevén una recuperación en diciembre, una época tradicionalmente favorable para la compra de divisas por parte del BCRA. Vencimientos de deuda por casi u$s 1.000 millones de aquí a fin de año conspiran contra un repunte.
M&S Consultores, de Carlos Melconián, las ubica en u$s 33.000 millones, Econviews de Miguel Kiguel en el mismo escalón y Bein apenas u$s 500 millones por encima de ese nivel.