La cotización supera apenas los $ 175, es decir 13% menos que el tipo de cambio libre, lo que representa un fuerte subsidio para los compradores. Ayer el titular del BCRA adelantó que ya está pensando en acelerar la suba del tipo de cambio oficial y apuntó contra los que compran a $ 200
En el arranque del mes, todas las miradas apuntaron como es costumbre al dólar “solidario”. Pero los que pudieron comprar los USD 200 mensuales fueron menos que los habituales. Si bien no se brindó información oficial, los bancos registraron más rechazos que los habituales ante la decisión del Banco Central de cuidar al máximo posible las reservas y vender lo menos posible divisas “subsidiadas”, que no reflejan el real valor de mercado.
El titular del Banco Central, Miguel Pesce, reconoció que está en los planes acelerar el tipo de cambio oficial, aunque sin dar mayores precisiones. Esto daría inicio al plan de “devaluación controlada”, es decir aumentar mucho más rápido la suba del oficial aunque evitando un movimiento brusco. El funcionario habló ayer en el acto de la Unión Industrial Argentina y realizó su primera consideración sobre este asunto, un tema prácticamente prohibido hasta las elecciones legislativas.
En relación a la evolución del dólar “solidario”, el último dato disponible es de octubre pero el número es parecido al de meses anteriores. Fueron 685.000 personas que adquirieron casi USD 140 millones. Aunque no son volúmenes tan importantes, se trata de un granito de arena más a la venta de reservas que viene enfrentando el Banco Central en los últimos meses. Ayer muchos de los que en meses anteriores habían comprado se encontraron con la imposibilidad de hacerlo, aunque no fue generalizado. Además, muchos se sumaron para ver si eran autorizados a adquirir estos dólares con precio subsidiado, pero la mayoría no lo logró.
La restricción de los habilitados a comprar dólar solidario se suman a la prohibición por parte del BCRA a la compra de pasajes y paquetes turísticos al exterior con financiación en cuotas vía tarjeta de crédito. El argumento que dieron desde el Gobierno fue la necesidad de preservar las reservas y así evitar una devaluación. Se trató de un reconocimiento explícito de funcionarios de alto rango sobre la falta de dólares líquidos para intervenir en el mercado.
La intención es ganar tiempo hasta cerrar un acuerdo con el FMI. La noticia de una misión del equipo económico que viajará a Washington para acelerar las negociaciones con el organismo va en esa línea y tuvo buena recepción entre los inversores. Sin embargo, pronto habrá una demanda concreta por parte de los mercados para conocer las condiciones de un futuro acuerdo y también cuáles serían los principales lineamentos de un plan económico. Es en este punto donde reaparecen todas las dudas, porque se desconfía de la verdadera vocación del Gobierno de tomar medidas para salir del atraso tarifario, achicar la brecha y liberar gradualmente el cepo cambiario.
El Gobierno utilizó durante todo el año el tipo de cambio oficial como ancla antiinflacionaria, lo que a su vez también atrasó el dólar “turismo” y el “solidario”. Sin embargo, el dólar mayorista acumula una suba inferior a 20% en el año cuando la inflación se acerca al 45% en los primeros once meses del 2021, es decir no cumplió con el objetivo que se buscaba originalmente.
Si el tipo de cambio oficial sube más rápidamente y el Gobierno consigue dominar el tipo de cambio libre, entonces la brecha que existe con el dólar “turismo” y el “solidario” tendería a achicarse o incluso a desaparecer. Ésta es en realidad la apuesta que va en paralelo al acuerdo con el FMI, es decir empezar a sincerar el precio del dólar oficial y al mismo tiempo generar condiciones para que tranquilizar a los dólares financieros como el MEP y el Contado con Liquidación.
La expectativa de un avance de las negociaciones con el FMI le sirve al Gobierno para tratar de llevar más tranquilidad al mercado, teniendo en cuenta que antes de fin de habrá que usar USD 1.900 millones de Derechos Especiales de Giro que hoy figuran en las reservas para pagarle al organismo. Además, en enero vencen otros USD 1.500 millones con el propio Fondo y vencimientos de intereses de bonos que surgieron en la renegociación de deuda del año pasado, lo que dejará el stock de reservas en valores críticos.