En su Informe de Política Monetaria, la autoridad monetaria reconoció que, a pesar de la baja de la inflación del mes pasado, sostendrá las tasas actuales porque eso contribuye a mantener la estabilidad financiera y evitar el efecto en los precios que, admite, produce el avance de las cotizaciones libres
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ratificó una vez más que se mantendrá inalterable la tasa política monetaria de 75% nominal anual como un aporte indirecto para mantener la inflación a raya pero, sobre todo, para contribuir a la estabilidad financiera y cambiaria. La confirmación de esta decisión llegó en medio de una jornada en la que el dólar libre mantuvo la escalada iniciada la semana pasada, que lo llevó a aumentar otros $6 desde el cierre del viernes, con una cotización que cerró hoy en $346. También las variantes financieras de la divisa, el dólar MEP o Bolsa y el Contado con Liquidación (CCL), en las que existe mayor intervención oficial, registraron presión alcista.
En ese marco, la autoridad monetaria publicó el Informe de Política Monetaria (IPOM) en el que dos veces al año se explaya sobre la política de tasas de interés como herramienta para luchar contra la inflación y, primordialmente, preservar la estabilidad en el mercado financiero y cambiario, al tiempo aludió a la coordinación con el Tesoro y a sus intervenciones para sostener los precios de la deuda en pesos como mecanismo para garantizarle el financiamiento de las cuentas públicas.
“En el marco de la significativa desaceleración de la tasa de inflación en noviembre, el BCRA decidió mantener la tasa de política monetaria sin cambios, propendiendo a consolidar un entorno de tasas de interés reales positivas que favorezca la estabilidad financiera y cambiaria, y a reforzar la tendencia de gradual desaceleración de la inflación en el mediano plazo”, sostuvo la autoridad monetaria para agregar que, en rigor, el nivel de tasa de interés tiene un efecto relativamente menor a la hora de dar batalla a la inflación aunque sí es más efectiva para contener la suba de la divisa.
“Vale recordar que, en una economía como la argentina, con un canal del crédito relativamente pequeño, la suba de tasas de interés actúa principalmente incentivando el ahorro en pesos. Su acción antiinflacionaria entonces pasa en gran medida por contribuir a la estabilidad cambiaria y financiera, debiendo estar complementada con otros instrumentos de la política económica para reducir la inercia inflacionaria”, apuntó el IPOM.
Así, la tasa de interés de las LELIQ de 28 días se mantiene en 75% nominal anual (107% efectiva anual), al igual que las tasas mínimas reguladas sobre las colocaciones a plazo para las personas humanas por hasta $10 millones. El resto de las colocaciones a plazo conservaron una tasa mínima garantizada de 66,5% nominal anual. (91% e.a.).
Foto de archivo – El presidente del banco central de Argentina (BCRA), Miguel Pesce mantiene el rechazo a una reducción de la tasa de interés. REUTERS/Agustin Marcarian
En esos párrafos, la entidad que conduce Miguel Pesce hace explícita la preocupación oficial por el tipo de cambio libre que y reconoce el impacto inflacionario de una suba. Ese impacto es ahora mucho más importante de lo que era tan sólo seis meses atrás, cuando la mayor parte de los precios de la economía se regían por el tipo de cambio oficial
Eso cambió a partir de las duras restricciones a las importaciones. La incertidumbre respecto al acceso al mercado oficial de divisas y, por ende, del costo de reposición de la mercadería hizo que, por dificultades reales en obtener dólares al tipo de cambio oficial o por mera estrategia de cobertura, un gran porcentaje los precios ahora estén vinculados al dólar financiero. Estudios privados estiman esa proporción en 40%, lo que hace que la variación del dólar libre -en definitiva, el dólar informal, CCL y MEP siempre terminan moviéndose en consonancia- tenga ahora un efecto mayor en el nivel de inflación.
La contracara de ese esfuerzo de la tasa es la necesidad simultánea del BCRA de acelerar la devaluación del tipo de cambio oficial o mantenerlo, tal como dijo, “en un nivel acorde a las tasa de inflación” para acumular reservas. “En materia cambiaria, el Banco Central siguió calibrando la tasa de variación del tipo de cambio nominal ubicándola en un nivel acorde con la tasa de inflación, a los efectos de preservar la competitividad externa y potenciar la acumulación de reservas”, afirmó en el IPOM, en el que también hizo referencia a la intervención en el mercado de deuda para asegurar el financiamiento del déficit fiscal.
“La autoridad monetaria continuó utilizando su capacidad de intervención a través de operaciones de mercado abierto, a los efectos de auspiciar una mayor liquidez, profundidad y transparencia de los mercados de deuda soberana. Así, continuó garantizando que los retornos en el mercado secundario se mantengan en una relación razonable con los que se determinan en el marco de las licitaciones primarias del Tesoro”, apuntó el informe.