Con dos días hábiles aún en el mes, la entidad tuvo que soltar divisas ante la menor liquidación de los exportadores y la creciente dolarización de carteras. Septiembre sería también con presiones en el mercado
Está cerrando un mes complicado para el Banco Central. Después de haber acotado las pérdidas en julio, este mes de agosto se encamina a ser de los peores de los últimos mes (claramente el más desfavorable en lo que va de este año). El saldo entre lo que compra y vende el BCRA este mes está en rojo.
¿Cuánto? Según las cifras oficiales que publica la entidad, hasta el 15 de agosto eran ventas por 923 millones de dólares. A eso se le suman los días siguientes con información «extraoficial» que también envía el Central a la prensa. Son otros 200 millones de dólares abajo. Como la entidad a veces subestima el saldo en la intervención cambiaria, que luego corrige, la magnitud de las ventas podría ser mayor. Sea como fuere, con los datos disponibles, Alejandro Vanoli tuvo que vender 1.123 millones de dólares hasta este jueves.
Dicho esto, y sabiendo que el Central seguramente terminará mostrando un saldo negativo superior al informado extraoficialmente, los poco más de 1.000 millones son el piso de las ventas realizadas en agosto. Para peor, el saldo vendedor en el mercado de cambios se potenció exponencialmente este mes comparando con lo que venía sucediendo en el año: el mes pasado terminó con módicas ventas por u$s154 millones; en junio mostró compras por u$s705 millones, en mayo otro saldo positivo de 868 millones, en abril compró 1.393 millones de dólares; mientras que en marzo y febrero había tenido que soltar 400 millones en cada mes, y en enero salió perdiendo 187 millones en el mercado de cambios.
La foto del mercado cambiario muestra que la liquidación de exportadores se derrumbó por el típico efecto estacional (en esta época del año no es fuerte el volumen ventas) sumado a que los sojeros esperan que el tipo de cambio (que se dice atrasado) empiece a subir. Por ende, entre que se liquida poco en circunstancias normales, ahora hay más especulación a que haya un retoque del tipo de cambio que permita vender a precios más ventajosos. Como siempre, el que tiene espalda espera y el que no vende lo justo y necesario.
Ante este escenario de escasez en la oferta de dólares, el Gobierno restringe la demanda. Por un lado, y si bien Vanoli dijo en el Consejo de las Americas que habían incrementado el pago de importaciones, aún habrían u$s8.000 millones de importaciones frenadas por la «administración cambiaria».
Además la venta de dólares para ahorrar habría bajado debido a que la AFIP estuvo reduciendo los montos permitidos. Ese es un mecanismo de fuga de dólares que aún persiste y que el Gobierno no tocará hasta pasadas las elecciones. ¿Se animará el próximo presidente a reducir el dólar ahorro? Miguel Bein, el asesor estrella de Daniel Scioli, dejó una puerta abierta a revisar este mecanismo.
El comienzo de septiembre, el martes próximo, promete también con presiones sobre el mercado cambiaria. El BCRA tendrá que vender dólares para mantener algún flujo de pago de importaciones y además comenzarán las solicitudes de los particulares por el «dólar ahorro». Con menos ingreso de dólares comerciales, y más allá de que el Gobierno aplique un torniquete para que no se vayan tantos billetes verdes, el Central tendrá que seguir vendiendo.
Y las reservas, vía el swap con China, se mantendrán más o menos en los niveles actuales. Un aliciente para el Gobierno que sabe en dos meses tendrá que pagar 6.200 millones de dólares por el Boden 15. Ese pago se hará con reservas y estiman que en el peor de los casos las arcas del Central caerían 3.000 millones de dólares por esa operación.