Desde julio, cuando el Indec comience a difundir el indicador nacional, la entidad dejará de tomar el IPC-GBA como referencia de ejecución de política monetaria
El as que tenía guardado el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, verá la luz en dos meses. Desde el 11 de julio próximo, cuando el Indec difunda el nuevo IPC Nacional, la autoridad monetaria modificará el índice de inflación que toma de referencia para la ejecución de su política monetaria.
Desde ese momento, el BCRA abandonará el IPC-GBA, hasta ahora vigente, por el que medirá la evolución de los precios en todo el país. Se supone que, de esta manera, llegar al 17% de meta máxima de inflación para 2017, tal como lo estableció Sturzenegger, podría convertirse en un camino un poco menos empinado por el mayor impacto de las subas de tarifas de los servicios públicos en el área metropolitana de Buenos Aires.
El Indec informó este martes que desde julio dará a conocer un Índice de Precios al Consumidor nacional (IPC-Nacional). Así, el 11 de julio se conocerán los datos de la inflación a nivel país de junio.
Desde entonces, el Banco Central tomará para su objetivo de política monetaria, que tiene como cota máxima 17%, este indicador para el período junio-diciembre próximo. De entre enero a mayo, quedará el dato oficial que se conozca por parte del Indec para la región IPC-GBA, vigente hoy.
El cambio de índice desde el BCRA por uno de alcance nacional fue explicitado en varias oportunidades por parte de la entidad monetaria.
El propio Sturzenegger había planteado ya en la presentación del programa de metas de inflación que contrastarían los datos con el IPC-Nacional cuando el Indec comenzara a implementarlo y que hasta entonces usarían el IPC GBA (el actual) porque es el de «mayor cobertura a nivel nacional».
Una fuente del Banco Central confirmó a El Cronista que se modificará el índice apenas se lo conozca, de manera automática. «No es ningún truco, es lo más honesto que se puede hacer», defendió.
El punto en cuestión es que, a nivel nacional, se espera que la inflación sea menor que la registrada en el área metropolitana de Buenos Aires por el impacto de las tarifas de electricidad, gas, agua y saneamiento. Es que en CABA y el conurbano bonaerense, el impacto fue mayor que en otras regiones, dado que se su actualización estaba más que rezagada.
A favor, desde el punto de vista de la explicación oficial, es que el mayor impacto de los incrementos tarifarios se dieron, precisamente, entre enero y mayo.
El año pasado, el IPC medido por la Dirección de Estadísticas porteña, arrojó un 41%, sustancialmente menor al dato relevado por San Luis (31,4%), Córdoba (34,4%) y Neuquén (37,6%), por citar algunos ejemplos.