La entidad se desprendió este miércoles de USD 66 millones por su intervención cambiaria. Además, encadenó once ruedas seguidas con resultado negativo
En una sesión mayorista con negocios de contado por USD 267,9 millones, el BCRA terminó la jornada con ventas por USD 66 millones para asistir las necesidades de la demanda privada.
En las últimas once ruedas operativas, desde el pasado 25 de enero -inclusive-, el saldo vendedor del BCRA acumuló USD 590 millones en el MULC.
Tras haber concluido el mes de enero con ventas netas en por USD 192 millones, según datos consolidados, la entidad monetaria mantiene en febrero un resultado negativo superior, de USD 307 millones por su intervención cambiaria en solo seis ruedas operativas.
Las reservas internacionales brutas cayeron el martes en USD 1 millón y finalizaron en 40.285 millones de dólares.
“Por el lado de las divisas, la sequía que azota a la Argentina por tercer año consecutivo se hizo sentir en la producción de trigo y, a pesar del relativo alivio de las recientes precipitaciones, también estaría afectando fuertemente a los cultivos de soja y maíz. Este panorama no es menor, considerando que estos son los principales generadores de divisas de nuestro país. Parte de ese menor ingreso podría compensarse en caso de culminarse el gasoducto que permitirá conectar la producción de Vaca Muerta con los principales centros de consumo. Empero, probablemente, aun así el balance de menores exportaciones e importaciones será negativo, y deberá mantenerse o aumentarse el control sobre las importaciones”, precisó José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina.
Un informe de Portfolio Personal Inversiones detalló que “desde el 17 de enero la autoridad monetaria se desprendió de USD 718 millones a una velocidad promedio diaria de USD 45 millones. La razón para esta pobre performance hay que encontrarla en la magra oferta del mercado de cambios, con un agro que, tras el dólar soja 2.0, virtualmente se retiró del mercado de cambios, vendiendo apenas USD 28 millones diarios”.
“Lo que sí cambió fue la postura del BCRA hacia la demanda autorizada, aparentemente abriendo en alguna medida el grifo. El resto de la demanda -residual de las compraventas del BCRA y la liquidación del agro- viene subiendo desde un mínimo de USD 22 millones el 19 de enero a USD 72 millones el martes ayer, aunque se encuentra 50% por debajo de los niveles de febrero 2022. La política económica estaría flexibilizando muy marginalmente el SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina), para mitigar el impacto en la actividad económica, cuya caída directa de 1,5% entre agosto y noviembre equivale a una contracción anualizada de 5,7%”, consideraron desde Portfolio Personal.
Un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), señaló que por la sequía no solamente habrá menos ventas al exterior de granos, sino también de otros productos como carne y leche. Con estas perspectivas, se podrían estimar exportaciones de las cadenas agroindustriales cercanas a los USD 47.000 millones para 2023, unos USD 13.000 millones más bajas que en 2022.