Se acelera la pérdida de divisas por la operatoria oficial en el mercado de bonos para contener el dólar financiero pero la brecha igual se amplía. La antesala de una mayor demanda que podría llevarse 50% de las reservas netas del Banco Central
El avance del dólar libre, que ayer anotó $170, es el dato destacado de las últimas jornadas cambiarias pero no es el único que registra, de a poco, cada vez más tensión. También las cotizaciones de las variantes financieras legales no sólo registran mes a mes una suba, aunque leve, en el valor promedio mensual sino que también la intervención oficial en esos mercados es cada vez mayor. A tal punto que la pérdida de reservas atribuible a la intervención de los distintos organismos es en junio 40% mayor a la que era hace cinco meses, según estimaciones privadas.
A pesar de eso, el dólar contado con liquidación avanzó lentamente desde los menos de $150 que cotizaba en enero y acumula una suba de 17% en lo que va del año. Una evolución que apenas supera la tasa de aumento del dólar oficial pero que a partir de hoy enfrentará un test tras la sorpresiva calificación del índice MSCI, que etiquetó a la Argentina como un mercado “standalone”. Como la noticia, que frustra la exposición que se esperaba bajo la categoría de “mercado emergente”, se conoció tras el cierre de los mercados, se prevé que hoy los mercados de acciones, bonos y dólar acusarán el pleno impacto.
En cualquier caso, de acuerdo a las proyecciones de GRA Consultores, la mayor intervención oficial no está dando, en los últimos meses, los mismos resultados de estabilización que sí se obtuvieron a fin del año pasado y principios del actual. Cuando en noviembre y diciembre de 2020 la caída de reservas atribuible a la intervención promedió USD 9 millones por día, el contado con liquidación (CCL) acusó una baja de $160 a $144. Esa dinámica se interrumpió en enero, cuando pese a la pérdida de divisas de USD 19 millones promedio diario, el CCL aumentó $6 pero se mantuvo hasta abril. Desde ese mes, la mayor intervención apuntó a moderar la suba y, ante el retraso del dólar oficial, la brecha comenzó a ampliarse.
“Más intervención oficial busca bajar el CCL, sin lograr efecto de estabilización como los vistos entre noviembre y marzo. Desde abril el deslizamiento del CCL es mayor que el del dólar oficial y se amplía la brecha”, aseguró la consultora, donde destacan que este fenómeno es particularmente notorio en las últimas dos semanas. “Según nuestras estimaciones, diría que de la zona de USD 5 a 8 millones diarios pasaron a una zona en los últimos entre USD 15 a 18 millones. En el promedio de junio se compensa, pero en el día a día, algo más complicado de ver por volatilidad por operaciones que combinan contado inmediato y 48 horas, daría la impresión que se aceleró el rango de intervención”, explicó el economista Pablo Repetto, director de GRA.
En cualquier caso, esta tendencia parece una calma antesala de las tensiones que podrían sobrevenir en los próximos meses, al calor de la campaña electoral y de una economía que acumula distorsiones. En este sentido, un informe de la consultora Equilibra, elaborado por la economista jefe Lorena Giorgio, analiza la potencial demanda del dólar hasta las elecciones y calcula que la presión dolarizadora alcanzaría los USD 3.400 millones, lo que equivaldría a más del 80% de las reservas netas que el Banco Central logró acumular gracias al superciclo de precios de la soja, unos USD 4.100 millones.
“La dolarización de parte de los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado pareciera ser el mayor riesgo para el frente cambiario”, afirmó el informe de Equilibra. Esa proyección se basa en tres factores de presión sobre el dólar: los depósitos a plazo fijo en pesos, el remanente de deuda en pesos en manos no residentes y la emisión monetaria.
– Si se dolarizara apenas el 10% de los depósitos a plazo fijo del sector privado, que totalizan hoy $ 2.063.852 millones a menos de 60%, la demanda adicional implicada sería de USD 1.266 millones; con un desarme del 15%, USD 1.899 millones.
– La deuda en pesos en manos de no residentes rondaría los USD 3.200 millones Para lo que resta del año, los vencimientos en manos de estos dos grandes fondos suman unos USD 400 millones, de los cuales USD 250 millones operan en septiembre y octubre, plena campaña electoral. La demanda potencial agregada por esta vía sería de USD 1.200 millones.
– El mayor déficit del segundo semestre tendrá su correlato en una mayor emisión monetaria. Sólo por bonos y refuerzos de asignaciones, se volcarán a la calle 0,3 puntos del PBI en los próximos meses, a lo que hay que sumarle aguinaldos y devoluciones de ganancias en julio, que sumarían $ 300.000 millones adicionales (0,7% del PBI). Si un tercio de los pesos adicionales que se van a volcar a la calle en el segundo semestre busca dolarizarse, la demanda sumaría otros USD 950 millones