A mediados del año pasado la autoridad monetaria se había ilusionado con brotes verdes que quedaron truncos. Ahora afirma que su indicador líder mostraría que en noviembre y diciembre del año pasado se habría iniciado un proceso expansivo, a pesar de la caída trimestral. La entidad también resaltó que la inflación se mueve al 19% anualizado, cerca de su meta del 17%
Un indicador elaborado por el Banco Central (BCRA) para intentar predecir el ciclo económico volvió a dar señales positivas a fines del año pasado, luego de haberse deteriorado en octubre pasado. Según la entidad conducida por Federico Sturzenegger en la actividad económica «habría iniciado una fase de expansión» en el cuarto trimestre del año pasado.
El BCRA elabora todos los meses su Indicador Líder de Actividad (ILA), aunque no publica regularmente sus resultados. A través de una decena de series de economía real (por ejemplo, despachos de cemento), financieras (como el índice Merval) y de expectativas (como las expectativas de empleo privado formal del Ministerio de Trabajo) el índice intenta predecir puntos de giro en los que una recesión cesa para dar paso a un período expansivo, y viceversa. La Universidad Torcuato Di Tella y el economista Juan Mario Jorrat de la Universidad de Tucumán elaboran indicadores similares.
La autoridad monetaria publicó una actualización de su indicador en el Informe de Política Monetaria (IPOM) trimestral que se distribuyó ayer.
«La economía mostró una caída de 0,2% sin estacionalidad durante el tercer trimestre de 2016 (-3,8% interanual). Los datos confirman que la economía atenuó su contracción trimestral. En el cuarto trimestre de 2016, se consolidaron las señales que indican que la economía habría alcanzado un piso y comenzaría a reactivarse. El ILA del BCRA de noviembre y diciembre, en línea con lo anticipado en el IPOM de octubre, señala que la economía habría iniciado una fase expansiva», dice el informe.
La previsión coincide con datos del Indec que muestran la estabilidad de la actividad económica en octubre tras doce contracciones consecutivas.
Entre las variables que estarían empujando la salida de la recesión, la autoridad monetaria señaló el aumento de las exportaciones de cereales y de las importaciones de bienes de capital, de piezas y accesorios y de vehículos. También mejores números de inversión explicada por compras de equipo durable y la construcción, una mejora en el consumo privado por mayores ingresos reales de los hogares y mayor dinamismo del crédito al consumo, entre otras variables.
El ILA que elabora el BCRA había mostrado «señales auspiciosas» en agosto y septiembre pasado que luego no se mantuvieron en los meses siguientes. A diferencia de aquella ocasión, explicó el informe oficial, «con los datos de diciembre de 2016, el sistema de señales del ILA asignó un puntaje superior a 8 para el conjunto de criterios evaluados, señalando que este indicador ya se consolidó en una fase de crecimiento».
Según el BCRA las perspectivas de crecimiento para este año que estiman los encuestados para su Relevamiento de Expectativas de Mercado en un 3% para el año no presentarían dificultades para el objetivo principal de la entidad que es llevar a la inflación dentro del rango de sus metas, establecido entre el 12% y el 17% anual para este año (inicialmente para el IPC de GBA, pero eventualmente «se sustituirá por uno de cobertura nacional»).
«El IPC-GBA elaborado por el Indec (…) registró una suba promedio mensual de 1,4% entre julio y diciembre, evidenciando una fuerte desaceleración respecto a los meses previos (…) En este sendero, la tasa de inflación anualizada se ubicó por debajo del 19% en el segundo semestre de 2016», agregó el IPOM.