• Ya hay U$S 13.000 M en depósitos.
• El organismo permite prestarlos aunque no haya una venta al exterior específica.
El regreso de los dólares a los bancos dejó al sistema financiero un colchón de divisas que está a poco de igualar al que tenían hace cuatro años, antes de que se instalara el cepo cambiario, y que en las entidades ya empiezan a considerar excesivo. El tamaño de los depósitos en moneda extranjera del sector privado ya supera los u$s 13.000 millones y en las mesas de dinero ya resolvieron bajar sensiblemente las tasas de interés que pagan a los ahorristas por sus billetes. El Banco Central, atento a un pedido de los banqueros, decidió este último viernes ampliar el destino que pueden darle las entidades a estas divisas: a partir de ahora, no sólo podrán otorgar créditos en dólares para prefinanciar ventas al exterior, sino también a cualquier productor, procesador o acopiador de un bien exportable que demuestre buena facturación y capacidad de pago.
El objetivo: que los bancos puedan darle uso redituable a los dólares ociosos que empezaron a acumular en sus arcas y que en las últimas semanas dejaron de atraer con tasas de interés excepcionales. El caso emblemático fue el de un banco de primera línea que en diciembre, apenas asumió la nueva gestión, lanzó una tasa promocional del 4% anual y ahora optó por bajarla al 2,6%. Sucede que, desde entonces hasta hoy, los ahorros en moneda extranjera aumentaron en u$s 4.100 millones (45%). Si bien a fin de año suele haber un incremento estacional por la exención que tienen los depósitos en el impuesto a los bienes personales, hubo otros dos factores que apuntalaron la recuperación: la liberación del cepo y las menores expectativas de devaluación.
En este contexto, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, dio la orden de flexibilizar la regulación que regía para los créditos en dólares, pero sin alterar lo que considera una «regla de oro» para el sistema: que estas líneas estén dirigidas a aquellas compañías con capacidad de generar un ingreso genuino en moneda extranjera y evitar, así, un peligroso descalce de monedas. Antes, las entidades podían aplicar los depósitos a una operación de comercio exterior específica. Ahora, la comunicación A 5908 les permitirá destinarlos a productores de bienes exportables, «siempre que se verifique el flujo de ingresos futuros en moneda extranjera provenientes de sus operaciones de exportación registre una periodicidad y magnitud tal que sea suficiente para cancelar la financiación y se constate, en el año previo, una facturación en moneda extranjera a clientes del exterior por un importe que guarde razonable relación con esa actividad y con su financiación».
De esta manera, la pesificación casi completa que terminó por dominar a la economía argentina en los cuatro años de cepo cambiario empieza a desarmarse de a poco. Hoy el crédito en dólares ya es más dinámico que el que se otorga en pesos: las líneas en moneda extranjera avanzaron un 15% en el último mes (desde los 3.200 a los 3.700 millones) en un contexto en el que el financiamiento en pesos cayó un 1%. Los argentinos no sólo encuentran más espacio para ahorrar en divisas, por la libertad que ahora tienen para comprarlas vía homebanking o en ventanillas, sino que también se animan a tomar créditos en moneda extranjera ante las menores expectativas de devaluación.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=829380