La entidad canceló la factura de un buque de GNL por USD 262 millones y vendió a privados otros USD 30 millones. El adelanto de estas importaciones de energía, según el Gobierno, permitirá un ahorro de unos USD 2100 millones en el año
El Banco Central finalizó su intervención en el mercado de cambios con fuertes ventas por USD 292 millones. Según estimaciones del mercado USD 262 millones correspondieron al pago del cargamento completo de un buque de Gas Natural Licuado (GNL).
Se trató del mayor saldo negativo en un día para la entidad desde los USD 299 millones que vendió el 12 de noviembre de 2021.
Fuentes del Banco Central precisaron que este miércoles se empezó a “pagar los buques para energía. Estas operaciones que permitirán al Estado un ahorro importante este año por más de USD 2.000 millones . Para poder concretar ese ahorro, hay que anticipar la compra de GNL”.
Según los cálculos oficiales, de los USD 3.465 millones que la Argentina iba a gastar en importaciones de energía, dado el déficit comercial en ese sector, se reducen a USD 1.313 millones, lo que genera, por un lado, un ahorro de salida de divisas para la Argentina de más de USD 2.100 millones y, por el otro, un ahorro fiscal de más de 500.000 millones de pesos.
Por dicho motivo, desde la autoridad monetaria atribuyeron en la presente rueda mayorista “el primer impacto en el mercado de esas compras. El manejo de las reservas permite afrontar estos pagos. El saldo negativo que se observa está dentro de las proyecciones que se manejan. Se va a poder afrontar el pago de las importaciones y de la energía. No hay por qué generar una recesión para frenar importaciones y mostrar acumulación de reservas en esta etapa del año”.
En las últimas 16 ruedas operativas, desde el pasado 25 de enero -inclusive-, el saldo vendedor del BCRA acumuló USD 1.091 millones en el MULC.
Tras haber concluido el mes de enero con ventas netas en por USD 192 millones, según datos consolidados, la entidad monetaria mantiene en febrero un resultado negativo que cuadruplica esta cifra, unos USD 808 millones por su intervención cambiaria en once ruedas operativas.
“Resulta complejo imaginar dilucidar cuál será la vía elegida por el equipo económico, si es que la hay, para cumplir con la meta de reservas Está a las claras que un REPO por USD 1.000 millones contribuiría a achicar el gap pero sería más que insuficiente para cerrarlo”, evaluó Portfolio Personal Inversiones.
El Gobierno recibió oferta por parte de bancos extranjeros para participar del REPO que garantizaría el desembolso de más de USD 1.000 millones. Tal como adelantó Infobae, fueron siete las ofertas recibidas y que la tasa será inferior al 10% y a dos años de plazo.
Estos recursos irían directamente al Tesoro y no al BCRA, lo que implicaría un fortalecimiento de las reservas netas, ya que para el FMI los depósitos al Tesoro forman parte de éstas. Asimismo, esto implicaría poder financiar el programa de recompra de deuda anunciado por el ministro de Economía, Sergio Massa, el 18 de enero.
“Otra herramienta, prácticamente descontada a esta altura por el mercado, es un dólar ‘soja’ 3.0, que no tiene garantía de éxito como sus predecesores de septiembre y diciembre. Esta vez, no habría soja temprana cosechada en marzo debido a la sequía y la soja acopiada estaría entre 6 y 7 millones de toneladas, equivalente a USD 3.400-4.000 millones. Por lo tanto, se desprende que el BCRA debería comprar la totalidad de la eventual liquidación para acercarse a su target de reservas, a diferencia de 64% y 74% en las primeras dos versiones del Programa de Incremento Exportador. Esto supondría prácticamente borrar del mapa a la demanda privada, a contramano de la flexibilización que estaría llevando a cabo estas semanas. Como está a la vista, todo parece indicar que deberá elegir entre nivel de actividad y FMI”, detallaron en Portfolio Personal.
Las reservas internacionales brutas del BCRA aumentaron el martes en USD 3 millones y finalizaron en 40.009 millones de dólares. En el transcurso del 2023 estos activos se redujeron en USD 4.579 millones o un 10,3 por ciento.
El economista Gustavo Ber advirtió que “bajo el cotidiano drenaje de divisas es que los operadores se encuentran expectantes de nuevas medidas sobre la demanda y oferta ya que resultan indispensables para evitar un mayor y peligroso deterioro en el tiempo, además de no cumplir con la meta acordada con el FMI”.