En agosto, el BCRA sumó el equivalente a u$s 2000 millones en yuanes para que las reservas no caigan. Deberá recurrir a nuevos préstamos de bancos extranjeros
Mientras hacía frente a una sequía de oferta privada de divisas en el mercado cambiario, en agosto el Banco Central (BCRA) debió incorporar el equivalente a u$s 2024 millones en yuanes a sus arcas para sostener el nivel de reservas internacionales. La línea de asistencia ?el «swap de monedas»? acordada con el Banco Popular de China por hasta u$s 11.000 millones está prácticamente agotada y la entidad conducida por Alejandro Vanoli tendrá que recurrir a otras vías de financiamiento.
Ayer, la autoridad monetaria debió vender u$s 80 millones para aplacar la demanda privada en el mercado cambiario mayorista. Ya se deshizo de unos u$s 1200 millones en lo que va de este mes y había tenido que vender u$s 1494 millones en agosto.
Estas ventas se explican porque la oferta de exportadores agropecuarios está reducida a unos u$s 50 millones diarios, un tercio del valor máximo que llegó a alcanzar en el segundo trimestre del año cuando el grueso de la cosecha dejaba el país. Sin esos dólares comerciales y con pocos privados dispuestos a deshacerse de divisas el BCRA se ve obligado a ofrecer sus propias reservas si pretende que ahorristas, turistas e importadores de energía lleguen felices a las elecciones presidenciales del próximo 25 de octubre.
Para mantener relativamente estables a las reservas a pesar de la oleada de ventas que debe hacer todos los días ?desde el 27 de julio a esta parte intervino con saldo vendedor en todas las ruedas a excepción de 4, una de las cuales fue un feriado en los Estados Unidos que deprimió a casi cero las operaciones locales? el BCRA incorpora yuanes del swap con China, toma pases de privados y de otras fuentes de financiamiento externo.
Según datos que publicó la propia entidad ayer, al 31 de agosto pasado u$s 10.272 millones de las reservas estaban colocados en activos nominados en «monedas fuera de la canasta de derechos especiales de giro (DEG)». Esa canasta sólo incluye cuatro monedas ?dólar, euro, yen y libra esterlina? y, salvo por colocaciones muy puntuales en monedas raras, el BCRA sólo cuenta con colocaciones de relevancia en yuanes chinos. En septiembre de 2014, antes de la activación del swap, las monedas fuera de DEG en reservas equivalían apenas a u$s 12 millones.
Si se tiene en cuenta que el acuerdo con el Banco Popular de China es por hasta u$s 11.000 millones, los números que hizo públicos el BCRA indican que ya se utilizó el 93% de la línea.
Voceros de la entidad negaron que la ayuda china se haya agotado, pero las cifras oficiales que ya no quedan desembolsos. A partir de ahora, y dado que los recientes viajes de funcionarios del BCRA a China hasta ahora no generaron una ampliación del swap sino un acuerdo para utilizar yuanes en el comercio bilateral, las reservas están por su cuenta de aquí en adelante. Y en momentos de bastante presión para las arcas del Central.
Según estimaciones de Empiria Consultores, la firma que dirige el ex BCRA Pedro Rabasa, la autoridad monetaria deberá enfrentar ventas por u$s 4.500 millones más de aquí al cambio de gobierno.
El 5 de octubre próximo, además, entre u$s 4500 millones y u$s 5000 millones más saldrán de reservas tras el pago de los u$s 5900 millones del último vencimiento del Boden 2015 para el que todavía no se conoce refinanciación alguna.
Empiria estima que Vanoli necesitará u$s 1600 millones extra de financiamiento del Banco de Francia para que las reservas lleguen al 10 de diciembre en u$s 27.000 millones.