En septiembre, las ventas en volumen crecieron 0,4% interanual, el primer índice positivo de la era Macri tras la recesión de 2016; impulsaron bebidas con alcohol y alimentos perecederos
Se hizo esperar, pero finalmente el «brote verde» más buscado por el Gobierno llegó en el momento más oportuno. Unos días antes de las elecciones legislativas, se conoció que, por primera vez en más de un año y medio, en septiembre el consumo registró números positivos.
De acuerdo con el relevamiento que realiza periódicamente la consultora Scentia, las ventas de alimentos, bebidas y artículos de tocador y de limpieza cerraron el mes pasado con un incremento interanual del 0,4% medido en unidades.
Para la administración de Mauricio Macri se trata del segundo índice positivo que puede mostrar en materia de consumo masivo después de un repunte aislado observado en febrero de 2016, que rápidamente había quedado sepultado por las caídas de los meses siguientes.
El optimismo, sin embargo, debe ser tamizado, si se tiene en cuenta que la leve suba de septiembre toma como punto de comparación el mal desempeño que había tenido la actividad en el mismo mes del año pasado, es decir, en medio de una de las más profundas recesiones de los últimos años.
«El consumo se está reactivando. De acá en más esperamos un crecimiento moderado, pero más sostenible. No se van a ver los números espectaculares que se daban hace diez años, entre otras cosas porque la base de la que se parte es mucho más alta. Cuando el consumo crecía a tasas muy grandes en la década pasada, influía el hecho de que se estaba comparando contra la caída de la salida de la convertibilidad. Ahora, en cambio, se parte de una base mucho más alta», explicó Osvaldo del Río, director general de Scentia.
«Todas las canastas mejoraron su performance y por segundo mes consecutivo el canal supermercados es el que aporta un variación positiva, especialmente en las grandes superficies, por encima de los autoservicios independientes. Además, hay un crecimiento del tamaño del ticket promedio, tanto en gasto como en unidades», agregó el analista.
La reactivación del consumo ya había sido anticipada por los analistas del sector, que destacaban que a partir del segundo trimestre del año la actividad en los supermercados había empezado a dar señales de una desaceleración de su caída.
«Hace unos meses que veíamos un cambio de tendencia, que esperamos que se mantenga durante los próximos meses. De confirmarse la mejora, el año igualmente va a cerrar con una baja en el consumo masivo, pero menor. El acumulado de los primeros nueve meses del año llega al 3,7%, y el año podría terminar en 1 o 2% abajo», señaló Del Río, refiriéndose a las comparaciones interanuales.
Por rubros, las bebidas con alcohol volvieron a ser el motor del indicador promedio. El mes pasado, las ventas de la categoría tuvieron un espectacular crecimiento del 8,5% en volumen, impulsado por la demanda de cerveza, que había sufrido una fuerte caída el año pasado.
De esta manera, el rubro acumula en los primeros nueve meses de 2017 un incremento del 2,2% respecto del mismo período del año anterior, que contrasta contra la caída del 3,7% que sigue mostrando la canasta en general en la misma comparación.
«Se sigue confirmando la hipótesis de Scentia sobre la conformación de una nueva base de consumo en la Argentina, con su nuevo nivel, en especial por un cambio en la estructura de gastos del hogar», señala Del Río. Los nuevos gastos que compiten con el que se hace en supermercados incluyen el turismo de compras (con Chile y Paraguay como mercados estrellas), la compra y el patentamiento de autos, la reaparición del crédito hipotecario y los gastos que superan la inflación, como la electricidad, el gas, las naftas, los peajes y los transportes.
La reactivación de los supermercados se suma al buen momento que ya vienen viviendo los comercios mayoristas en los últimos meses, de la mano de un cambio en los hábitos de consumo y una migración de muchos clientes que abandonaron las cadenas tradicionales por propuestas de venta al por mayor como Makro, Yaguar, Maxiconsumo, Diarco y Vital.
De acuerdo con un informe de la consultora Kantar, el 47% de los hogares de Buenos aires visitaron un establecimiento mayorista en el último año, casi uno de cada dos compradores. Y en la actualidad los mayoristas calculan que el 30% de sus ventas corresponden a un consumidor final «con cierto poder adquisitivo, de clase media», y empiezan a idear estrategias para captar también a gente de menores ingresos.
Todo a favor, salvo la inflación
Dato del editor
Los datos de consumo masivo muestran, ahora sí en la línea más cercana a la población -esto es, en las cajas de los comercios, más allá de los números macro que viene dando el Indec-, que el Gobierno llega a las elecciones del 22 con los números económicos a su favor. Algún engranaje, sin embargo, aún no termina de acomodarse en esa tendencia: el Indec informará hoy el dato de inflación del mes pasado, que de acuerdo con lo anticipado ayer por el índice Congreso habría rondado el 1,6%, aún lejos del 1% al que aspiran en la Casa Rosada.