El 2013 terminó con sorpresa. En medio de la batalla por conservar los dólares de las reservas, el Banco Central tuvo que ceder a la presión de varios sectores de la economía. En rigor, la entidad que conduce Juan Carlos Fábrega autorizó el giro de u$s 1.344 millones al exterior, lo que constituyó un incremento en la cantidad de dólares enviada fuera de la Argentina de 430% con respecto a los humildes u$s 253 millones autorizados en 2012. Esa cifra difiere bastante de los montos más elevados de los últimos diez años: por ejemplo, en 2011, el BCRA autorizó giros al exterior por este concepto de u$s 4.495 millones y en 2010 también dio el visto bueno por u$s 4.230 millones.
Si bien los datos de 2013 recién se conocen ahora a partir de la publicación del Banco Central, hace unos días el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó que las autorizaciones para que empresas giren dividendos al exterior “tienen que ver con un plan que garantice la sustentabilidad en el uso de las reservas del Banco Central”.
Entre los rubros que mayor cantidad de divisas logró trasladar al exterior se encuentra el sector minero, con u$s 357 millones (que representa el 27% del total) y el sector de la industria química, caucho y plástico que sumó u$s 183 millones y representa el 14%. La industria automotriz obtuvo permisos para girar apenas u$s 37 millones en todo 2013 mientras que las entidades financieras y cambiarias lo hicieron por apenas u$s 46 millones (3% del total). Los productos minerales no metálicos (cementos, cerámicos y otros) giraron u$s 72 millones.Este año, el Central permitió al banco Santander Río repartir $ 260 millones, equivalentes a unos u$s 32 millones de dólares, que la entidad habría girado en su totalidad al exterior, lo que hasta ahora estaba bloqueado por el denominado cepo cambiario
A comienzos de 2012, con el cepo ya instrumentado, y para evitar la fuga de capitales, la entidad monetaria amplió del 30% al 75% el requisito adicional de capital que deben cumplir las entidades financieras después de la distribución de utilidades.
En ese momento los bancos tuvieron que frenar el reparto de las ganancias que ya tenían planeado girar a sus casas matrices. Incluso en 2013 el Citibank y el Hipotecario ($ 30 millones) pudieron superar las restricciones y retomaron la distribución, pero por montos simbólicos.