El Banco Central recortó las tasas predeterminadas de sus letras de corto plazo y tuvo que subir la de su deuda con vencimiento superior a 120 días para alentar a los bancos a posicionarse a plazos más largos y así patear su pasivo hacia adelante, teniendo en cuenta la pesada carga que tiene por pagar en los meses más próximos.
Según informó la entidad que preside Alejandro Vanoli, en la licitación de letras y notas internas del Central realizada ayer, las tasas de las Lebac con vencimiento más allá de los 120 días subieron entre 13 y 52 puntos básicos, y la apuesta del BCRA recibió una muy positiva respuesta por parte de los bancos.
De acuerdo con los datos aportados por la entidad, el 39% del total adjudicado ayer se concentró en los plazos de 252, 294 y 357 días, cuyas tasas treparon 13, 26 y 52 puntos básicos, respectivamente. En la subasta anterior estas letras se habían llevado apenas el 17% de la colocación.
Mientras tanto, tal como había anunciado el BCRA el lunes, las tasas de interés predeterminadas se redujeron en 12 puntos básicos para los plazos de 98 y 119 días, con un rendimiento de 26,44% y 27,10%, respectivamente.
Con esta nueva rebaja, la entidad busca reactivar la economía, ya que las tasas con vencimiento más próximo son tomadas por los bancos como referencia para determinar el interés que pagan a sus clientes por los plazos fijos minoristas, los préstamos personales, la financiación con tarjetas de crédito y algunas líneas de crédito comercial.
La expectativa del Central es que este recorte en las tasas de las Lebac se traslade en breve a las tasas de los depósitos bancarios, impulsando a la gente a elegir el consumo por sobre el ahorro, y también a la de los préstamos, incrementando su atractivo e incentivando a más particulares y empresas a tomar deuda y reactivar así la actividad económica.
Según destacan los analistas, este movimiento que viene realizando gradualmente desde comienzos de este año el Banco Central (desde el 27 de enero hasta ayer las tasas predeterminadas cayeron 40 puntos básicos) obliga a Vanoli y su equipo a estar muy pendiente del dólar informal, ya que el desincentivo de los plazos fijos podría empujar a los ahorristas a buscar mejores rendimientos en la divisa paralela.
Es por eso que desde la autoridad monetaria afirman que su intención es recortar las tasas pero siempre manteniéndolas por encima de la tasa de devaluación, para evitar justamente cualquier corrida hacia el blue.
A su vez, la estrategia del Gobierno de abrir la canilla de los dólares para ahorro parece estar dando buenos resultados como medida para mantener a raya al mercado paralelo.
Ayer el blue se mantuvo en $12,76 y ya lleva casi dos semanas sin subas en su cotización.
En tanto, el BCRA avaló una pequeña aceleración en la estrategia microdevaluatoria que viene llevando adelante para corregir el atraso cambiario en medio de la presión que viene ejerciendo sobre nuestra moneda la fuerte depreciación del real, que ayer se tomó un breve respiro.
La divisa oficial ganó un centavo y cerró a $8,77 para la venta en el mercado mayorista, después de ocho ruedas de subas que no superaban las 5 milésimas.
La autoridad monetaria tuvo que sacrificar u$s40 millones para contener el tipo de cambio, por lo que ya acumula ventas por encima de los u$s220 millones en lo que va de marzo.
Por sus intervenciones en el mercado, las reservas del BCRA cayeron ayer a u$s31.391 millones.