Esos envíos serán clave para alcanzar el superávit primario estimado, de $ 78.115,5 millones. Pero podrían acrecentarse: el Central tendrá disponibles otros $ 13.600 millones
El Banco Central y la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), las dos cajas más importantes con las que cuenta el Gobierno, volverán a ser clave para financiar al Tesoro en 2014, según el proyecto de ley de Presupuesto que el Ejecutivo envió al Congreso.
La transferencia de las utilidades de ambos organismos crecerá 44,8% interanual y totalizará, en conjunto, $ 84485, millones.
Sin embargo, el giro de esos recursos a las arcas del Tesoro podría ser mucho mayor, como ocurrió este año. Si el Gobierno presupuestó girar este 2013 rentas de la propiedad por
$ 38.901,9 millones (una suma que significaba un crecimiento del 39,1% interanual), los envíos de utilidades de ANSeS y BCRA totalizarán este año casi $ 20.000 millones más de lo previsto: $ 58.358,5 millones.
A pesar de esos recursos adicionales, el Gobierno terminará 2013 con un superávit primario de $ 431,4 millones, muy lejano a los $ 59.255,6 millones que el Ejecutivo preveía a fines de 2012. El resultado financiero, luego del pago de intereses de deuda, será deficitario en $ 44.162,5 millones, también lejano al superávit financiero de $ 1.085,9 millones que se preveía antes de comenzar el año.
Con ese antecedente, los economistas piensan que algo similar podría ocurrir en 2014. Según la cuenta Ahorro Inversión prevista en el proyecto de ley de Presupuesto para el
año entrante, el Banco Central aportará utilidades por $ 56.397.280.921. La ANSeS pondrá otros $ 27.988.435.000. Entre empresas públicas, fondos fiduciarios y otros entes que también giran rentas de la propiedad al Tesoro, los aportes sumarán otros $ 1.856 millones.
Con esos recursos, el Gobierno presupuestó obtener un superávit primario de $ 78.115,5 millones en 2014, que significarían un resultado financiero positivo de $ 868,9 millones luego del pago de intereses de deuda.
Según un informe de la consultora Empiria, que dirige el ex gerente general del Banco Central Hernán Lacunza, la entidad monetaria transfirió utilidades contables correspondientes a 2012 –producto de la devaluación del año pasado– en este ejercicio por $ 30.000 millones.
Los beneficios del Central por la depreciación del peso alcanzarían este año $ 70.000 millones. por lo tanto, quedarían disponibles otros $ 13.600 millones para transferir al Tesoro.
“Cuenta la historia oficial que las restricciones cambiarias tienen origen fiscalizador (…). Pero, en rigor, el cepo apareció y fue profundizándose pari passu con la caída de reservas y el debilitamiento patrimonial del Banco Central, conforme fue abusándose del mecanismo de financiamiento al Tesoro (tanto en pesos como en dólares)”, indicó Empiria en un reporte.
Deuda
El Central, además del giro de utilidades, aportará adelantos transitorios que irán renovánse a medida que vayan venciendo y entregará al Tesoro reservas para pagar vencimientos de deuda. Según el artículo 73 del proyecto de Presupuesto, el Fondo de Desendeudamiento para pagar compromisos con acreedores privados estará integrado por u$s 9.855 millones, o el 28% de las reservas actuales del Central. A eso habrá que sumarle otros u$s 2.000 millones para pagar vencimientos de deuda con organismos multilaterales.
Según Empiria, esa transferencia de recursos al Tesoro genera efectos inflacionarios y también patrimoniales, ya que “en un momento de tensión financiera o cambiaria, (el Banco Central) no sólo ve limitado su poder de fuego, sino que podría retroalimentar el estrés”.