• Pese a merma de inflación oficial, habrá record de Lebac
El titular del BCRA, Juan Carlos Fábrega, había prometido nuevas bajas en las tasas de interés que paga en las licitaciones de Lebac si la inflación continuaba en disminución. Esto fue lo que sucedió precisamente en junio, cuando el índice oficial (IPCnu) arrojó el menor valor desde que comenzó la serie en enero: un 1,3%, una décima debajo del mes anterior. Desde que se inició la nueva medición, el sesgo inflacionario se mantiene en tendencia a la baja, aunque para la mayoría de las consultoras privadas el promedio de los últimos tres meses se ubicó en alrededor del 2% mensual.
Luego de prácticamente duplicar las tasas en enero, una medida cantada tras una devaluación, el BCRA pudo disminuir el costo de Lebac con cuentagotas, pasando del 28,8% al 26,8% anual entre abril y mayo. En aquel momento hubo además presión desde el Ministerio de Economía para aflojar la política monetaria, a la que comenzaron a culpar de la caída en el nivel de actividad. Pero difícilmente pueda repetir esa reducción aunque sea a niveles homeopáticos. En primer lugar, porque no está claro que la inflación mantenga su tendencia a la baja. Ya en julio entre la suba del transporte en la zona metropolitana, la nafta y las vacaciones de invierno podría esperarse un repunte, poniéndole una pausa a la reducción que se viene observando en la medición del INDEC.
Pero además la tarea de esterilización que debe llevar adelante Fábrega es titánica. Sólo en julio vencen $ 32.000 millones de Lebac y Nobac colocadas en los últimos meses, que como mínimo deben ser renovadas. La semana que viene, por caso, se produce el vencimiento más alto desde que comenzaron estas licitaciones en 2002. El martes próximo el Central deberá salir a refinanciar nada menos que $ 9.000 millones. Casi imposible hacerlo si además disminuyen las tasas. Por el momento, la entidad no está teniendo grandes inconvenientes en la tarea. En la licitación de anteayer pudo absorber $ 4.000 millones adicionales.
Pero el principal escollo que tiene el BCRA por delante es el millonario monto de pesos que deberá emitir para financiar al Tesoro. Ya giró unos $ 30.000 millones en lo que va de 2014 sólo para cubrir los agujeros del fisco, más del triple que en el mismo período del año anterior. Y se estima que hasta fin de año deberá volcar otros $ 100.000 millones.
De por sí esta emisión no es inflacionaria. Depende, en realidad, de lo que luego se termine absorbiendo. Si la cantidad de pesos que se vuelca al mercado, no tiene demanda del público, la presión va directamente sobre los precios y luego sobre el tipo de cambio. Por eso, en el mercado coinciden que como mínimo el BCRA deberá dejar las tasas como están hoy o incluso no se descarta que se vea obligado a subirla en los próximos meses.
Marco Lavagna, director de Ecolatina, definió el modelo de Fábrega para adelante como un 2 x 2 x 2, es decir 2% de inflación, 2% de tasa de interés y 2% de devaluación, todo en términos mensuales. Pero por supuesto no será sencillo mantener este "equilibrio".
Los cambios de tasa que potencialmente defina el Central tienen desde junio una nueva lectura. Sucede que cualquier modificación impacta en forma directa sobre los topes de tasa de interés estipulados por la propia autoridad monetaria para los préstamos personales y prendarios. Es decir que si el BCRA precisara subir las tasas para absorber más pesos, al mismo tiempo estaría encareciendo el costo de financiamiento para el público, afectando el consumo interno.
Con estos elementos en juego, habrá que seguir con atención la evolución de la base monetaria, es decir, la cantidad de dinero que circula en la economía, pero también la suerte de las reservas. Si la negociación con los holdouts es exitosa, el Central podrá defender niveles cercanos a los u$s 28.000 millones para fin de año, lo que permitiría expandir con algo más de soltura la cantidad de pesos. Si por el contrario la Argentina se encamina a un default, la pérdida de reservas puede ser muy superior y los límites a la expansión de dinero mucho más estrictos.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=749864