Incidió negativamente que febrero de 2016 tuvo un día más. Bebidas sin alcohol y productos de limpieza, los más afectados. Empresarios no prevén mejoras en marzo.
Si bien la actividad económica comenzó a mostrar a fin del año pasado cifras positivas, no lo está haciendo de la mano del consumo, que sigue en rojo y sin perspectivas de mejora, al menos en el corto plazo.
Tras haber cerrado un 2016 muy negativo, tendencia que se confirmó durante el primer mes de este año, febrero volvió a mostrar un panorama desolador para las empresas de consumo masivo y las cadenas de supermercados y pequeños almacenes.
De acuerdo con datos relevados por la consultora Scentia, que dirige Osvaldo del Río, el mes pasado la contracción en el consumo trepó al 6,6% respecto del mismo período del año pasado, lo que generó un primer bimestre con una merma acumulada del 5,6%.
«Seguimos considerando que en abril podría comenzar a observarse una estabilidad versus el año pasado. El volumen logrado en 2016 podría ser la nueva base del consumo», afirmó Del Río, al aclarar que la pronunciada baja del mes pasado se explica, en parte, porque febrero de 2016 tuvo un día más. De no haber habido esta diferencia, la caída habría sido algo menor a la de enero, aclaró el analista.
El informe denota fuertes bajas en todos los rubros. El de bebidas sin alcohol es el que mostró una merma más pronunciada, con una baja de 10,9% respecto del mismo mes del 2016 y una caída acumulada en el primer bimestre de 8,2%.
Fuentes de una importante empresa de bebidas confirmaron que la tendencia sigue muy negativa, aunque algo mejor que el año pasado. Sucede que en este sector, el agua es el reemplazo natural cuando los consumidores necesitan ajustarse.
También cayó fuerte el rubro de productos de limpieza y hogar, cuyas ventas en supermercados y almacenes disminuyó 9,7% en febrero y 7,3% en el acumulado del año. Le siguieron los «perecederos y fríos» y los de higiene y cosmética, con bajas de 7,1% y 6,7% respectivamente.
El rubro Alimentos es uno de los que menos se derrumbó, con una baja de 3,2%, pero el que se vio menos afectado por la retracción del consumo fue el de bebidas con alcohol, que mostró una contracción de apenas 0,8% en febrero y de 1,7% en el bimestre.
Del Río aclaró que este rubro «observa una desaceleración de la caída producto de que la base de 2016 ya estaba afectada, especialmente por los vinos». Según el informe, las transacciones sufrieron una caída del 6,9% y las grandes superficies denotan la peor contracción en 13 meses, con una baja en la cantidad de operaciones del 11,6%.
Los comercios de cercanía tuvieron una baja de 4,5%.
Arrancó el 2017 sin recuperación del consumo, con caída en todas las canastas (entre 3% y 4% de retracción) y en todos los niveles socioeconómicos. «Pero no sólo empezó mal, sino que nos cuesta ver hacia adelante; hay mucha incertidumbre», afirmó el directivo de una importante empresa alimenticia.
Confía en que los salarios le ganen a la inflación este año y eso haga repuntar las ventas, pero no se mostró demasiado optimista.
El directivo consultado agregó que «se rompieron las lógicas históricas del consumo», que establecían que en épocas de ajuste se deja de vender lo más caro, pero lo más económico da pelea y las categorías básicas, como la de fideos por ejemplo, vuelan. «Ahora todas están cayendo. A las marcas les cuesta crecer», explicó.
Desde el supermercadismo confirmaron los datos y la tendencia y anticiparon que no ven buenas perspectivas para marzo y abril. Incluso, el rubro electrodomésticos, que las consultoras de consumo masivo no miden, registró una pésima performance en febrero, con bajas que alcanzan al 30%, dijo una fuente del sector.
A pesar o como consecuencia, dicen en el sector de la aplicación del plan Precios Transparentes, que obligó a los comerciantes a discriminar el precio contado del financiado. Si bien hubo algunas bajas por abonar en efectivo, débito o crédito en un pago, en la mayoría de los casos hubo importantes recargos para comprar en cuotas.
En una de las principales cadenas afirmaron que «hubo una fuerte caída en la categorías de aguas saborizadas y artículos de limpieza y tocador, mientras que las de productos básicos están estancadas».