El stock de financiaciones a empresas y familias supera los $ 1,48 billones. Por el momento la política contractiva del BCRA no se hace sentir. La demanda de préstamos se mantiene firme y el financiamiento bancario crece al doble que la inflación esperada.
Mientras el mercado financiero se va acomodando a las últimas medidas contractivas del Banco Central, la demanda crediticia aún no parece haber tomado nota. Si bien aún es prematuro como para que se evidencien señales del impacto de las nuevas tasas de interés, en lo que va de la primera parte de noviembre el crédito al sector privado sigue creciendo a tasas chinas: 51% interanual. Incluso hay líneas como las vinculadas a créditos hipotecarios y prendarios que crecen entre 70% y 90% interanual.
El sistema financiero mantiene así el impulso que viene registrando desde mediados de año. En realidad en todo el período pre-electoral, las PASO y las legislativas. En la primera fase fue el boom de los préstamos personales que pilotearon la recuperación del crédito privado. Cabe recordar que previamente fueron las financiaciones en moneda extranjera (en virtud de una flexibilización normativa del BCRA que hizo que los bancos con argendólares pudieran prestar estos fondos a empresas no directamente exportadoras) las que apuntalaron el crédito bancario al sector privado. Así fue como por cada nuevo peso otorgado en préstamo, más de $0,65 correspondían a créditos en dólares. En lo que va del mes los créditos en pesos crecen al 44% interanual mientras que los nominados en dólares al 90%, por lo que el crédito total lo hace cerca del 51%. Vale señalar que las expectativas inflacionarias están por debajo del 23% anual. Si se mantiene la tendencia hasta fin de mes, el stock total de crédito privado aumentará a casi $1,47 billones, o sea, crecerá cerca de $44.000 millones.
Pero en esta segunda fase, si bien los personales continúan creciendo a buen ritmo, aproximadamente 60% interanual, y ello constituye el mayor aporte en términos absolutos al financiamiento total ($10.750 millones en noviembre), otras líneas como hipotecarios y prendarios los superan ampliamente. Por un lado los créditos hipotecarios están creciendo al 88% interanual ($7.100 millones) mientras que los prendarios aumentan al 71% ($2.300 millones). No hay duda que las apuestas de los bancos al negocio hipotecario encontraron no solo una importante demanda insatisfecha sino también que las ofertas se amoldan más o menos a la realidad del mercado laboral y al contexto inflacionario. Ello se refleja en la amplia oferta de la banca pública (Nación, Provincia y Ciudad) y de la mayoría de los principales bancos privados.
Claro que el boom de los personales vino a cubrir una serie de gastos postergados por las familias, así el amplio menú de créditos personales que llegan a prestar a más de 70 meses de plazo, van dirigidos a refacciones menores de los hogares, compras menores domésticas, como así también viajes y hasta saldar deudas pendientes de las tarjetas de crédito. Al respecto, las financiaciones vía tarjetas fueron disminuyendo y hoy crecen al 24% interanual ($6.500 millones). En cuanto a los prendarios, la bonanza está vinculada fundamentalmente con el mercado automotriz. Tanto hipotecarios como prendarios apunta a gastos de largo plazo y donde entran a jugar otros factores en la toma de decisiones.
El BCRA apunta a frenar la expansión monetaria por temor a la inflación. Sobre el fin de año, deberían sentirse los efectos. Un crédito más caro y menor oferta. Veremos cómo reacciona la demanda.
Fuente: http://www.ambito.com/904011-el-credito-privado-crece-al-51-anual-en-noviembre