El nivel de préstamos por PBI cedió en 2014 al 14,4%, desde el 14,7% de 2013. En 2008 fue la última vez que el sector registraba una caída. Aunque no se esperan cambios para 2015, el mercado aguarda que los créditos tomen impulso con la llegada de un nuevo gobierno, una expectativa que impulsó a las acciones bancarias. De todas formas, señalan que habrá que esperar para que Argentina alcance los niveles de otros países de la región
Si bien Argentina no se caracterizó nunca por la alta penetración del crédito, ?de hecho en la región se ubica en los últimos lugares?, este indicador había logrado consolidarse con un relativo crecimiento en la última década. Sin embargo el año pasado cayó a 14,4% del PBI, lo que significó la primera contracción desde que la crisis subprime golpeó al país. Tampoco hay expectativa de cambio para 2015, pero el mercado apuesta a que un nuevo gobierno logre crear un mejor clima de negocios para el sistema financiero cuando se corrijan los desajustes macroeconómicos. Por eso es que las acciones de los bancos estuvieron tomando ?envión? en los últimos meses.
De todas formas, los economistas consultados aseguraron que no será tarea sencilla, en especial porque hasta que la inflación no baje, no habrá garantías para el crecimiento de los préstamos.
Después de haberse tocado un mínimo tras la crisis de 2001, el nivel de los créditos privados por PBI fue recomponiéndose a medida que crecía la economía. Según datos provistos por la banca Puente, pasó del 7,4% en 2003 a los 14,7% que se registraron en 2013, aunque con un traspié en 2008 y 2009, a causa del impacto que tuvo la crisis subprime en el mundo.
Cabe destacar que en la década del 90 el nivel de penetración del crédito privado no era demasiado alto: en 1999 se registró el tope de 19,9% por PBI.
«Deberíamos tener una economía en la que el sistema financiero crezca a PBI para que se dé una profundización financiera.
Hace falta más confianza, que el peso pueda ser reserva de valor», opinó Eric Ritondale, economista de Enconviews. En la misma línea recordó que hoy en día la moneda se usa para transacciones, no para el ahorro: «La gente no ahorra en pesos, ahorra en dólares. Es dinero que no va al sistema financiero. Sin moneda no crecés sostenidamente».
Según el especialista, países como Perú entendieron que ése era el camino cuando lograron «desdolarizarse de a poco», hasta que la sociedad empezó a ahorrar en soles.
Así es cómo Argentina se encuentra detrás de Perú y de otros países de la región: México tiene una penetración del 19%, Perú del 32%, Colombia de 39%, Brasil de 57% y Chile de 80%. Por su parte, el economista Jefe de Orlando Ferreres, Fausto Spotorno, señaló que el sector financiero «es muy chico para el tamaño de su economía y que la actividad en negro perjudica al sector: «Argentina es un país que reventó el sistema financiero cada 10 años. Es una economía en negro donde el crédito no se termina de desarrollar». A su vez, subrayó que la inflación «termina de matar cualquier chance» de crecimiento. Spotorno también resaltó que el mejor negocio para los bancos es el hipotecario porque reduce el riesgo, ya que es un crédito «ordenado, estándar, con garantías», pero que necesita de la estabilidad de precios.
En tanto, el Jefe de Renta Variable de Puente, Juan Manuel Vazquez, coincidió en que es necesario que la inflación y el tipo de cambio «sean más acordes» a la realidad. «Hay que corregir el desbalance macroeconómico para tener una economía más predecible, más creíble para que luego las tasas reflejen lo mismo», sugirió Vazquez. No obstante, recordó que va a ser difícil ver las primeras consecuencias de las correcciones antes de 2017: «Creo que las valuaciones actuales están descontando un escenario positivo, pero recién en los próximos dos años de transición veremos algún cambio. Sería cuidadoso con las acciones, es una oportunidad pensando a largo plazo».