Las erogaciones del sector público subieron otra vez por encima de los ingresos con una diferencia de más de 10 puntos porcentuales. Los subsidios volvieron a tomar impulso en julio
El déficit fiscal se multiplicó por cuatro y en los primeros siete meses del año alcanzó los $ 98.400 millones debido al alza que experimentó el gasto público. Pero además, si no se hubieran contabilizado los recursos aportados por el Banco Central y la Anses el rojo hubiera crecido aún más hasta los $ 153.466 millones.
Además, el Resultado Primario en el período arrojó un déficit de $ 47.600 millones.
Tal como ocurrió en los últimos seis meses, en julio el nivel de ingresos percibidos resultó inferior al de gastos devengados por lo que el déficit sumó $ 7200 millones, según informó la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) en base a datos oficiales.
Entre enero y julio, los recursos corrientes y de capital aumentaron un 29,3% hasta los $ 653.675 millones mientras que los gastos devengados se incrementaron un 40,8% hasta los $ 701.262 millones.
En particular, la recaudación tributaria fue impulsada por el alza interanual del Impuesto a las Ganancias que creció un 52% y por los Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social que crecieron un 40,5%.
En tanto, ingresaron $ 55.066 millones en concepto de Rentas de la Propiedad, un 8,7% menos que lo ingresado en el mismo período del año pasado y sólo un 35,3% de lo proyectado para todo el año, debido a las menores remesas de utilidades del Banco Central y ganancias del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS.
En este sentido, desde la ASAP destacaron que de acuerdo con el Balance 2014 del Banco Central las utilidades obtenidas durante el Ejercicio 2014 que pueden ser remitidas al Tesoro durante 2015 ascienden a $ 78.124 millones, unos $ 21.075 millones menos que el cálculo contenido en la Ley de Presupuesto 2015.
Por otro lado, los gastos corrientes y de capital totalizaron $ 752.074 millones entre enero y julio, alcanzando una suba de 40,2% interanual.
«El mayor impulso del último mes se explica principalmente por la aceleración de las Transferencias Corrientes al Sector Privado con motivo de la reactivación de los subsidios al sector energético», explicaron desde ASAP. En este sentido puntualizaron que los subsidios aumentaron un 46,8% a julio mientras que a junio habían registrado un alza de 31,9%.
En tanto, la ASAP también observó un impulso sostenido en las Prestaciones de la Seguridad (46,2%), las Transferencias de Capital (49,8%) y la Inversión Financiera (90,8%).
Entre los gastos primarios, los subsidios económicos para empresas públicas, fondos fiduciarios y el sector privado sumaron $ 120.445 millones, lo cual constituye un 27% más que en igual período de 2014, mostrando una recuperación respecto al impulso observado hasta junio, aunque muy inferior al promedio del año 2014, que llegó al 56%.
En esta línea, dentro de los subsidios, se cuentan en primer lugar los destinados al sector energético, que sumaron $ 87.500 millones en siete meses, un 24% más que en igual período de 2014, lo cual manifiesta un impulso más acelerado que el observado en seis meses, cuando crecieron apenas un 5% interanual, aunque mucho más moderado que el que prevaleció durante todo el año 2014, del 67% interanual.
En cuanto al destino de estos fondos, un 65% correspondió a Cammesa y otro 20% a Enarsa, empresas que entre otros fines tienen a su cargo, respectivamente, las compensaciones a la generación eléctrica y la compra de gas importado para el abastecimiento del mercado interno.
En tanto, los subsidios al transporte totalizaron $ 27.300 millones en el transcurso de siete meses, promediando un incremento del orden del 31% interanual, en línea con el observado en 2014. Se destacan en este caso las asignaciones para el transporte automotor que aumentaron un 21% hasta los $ 15.180 millones, seguidas por las destinadas al transporte ferroviario que se incrementaron un 41% hasta los $ 9000 millones y por último, las del transporte aerocomercial que saltaron un 58% hasta los $ 3140 millones y fueron destinadas principalmente a Aerolíneas Argentinas.