También había alcanzado los objetivos de reservas y de emisión monetaria, por lo que podría acceder a un segundo desembolso tras la evaluación del staff a mediados de mayo.
El déficit primario del primer trimestre fue de $192.735 millones, según informó este miércoles el Ministerio de Economía. El primer objetivo exigible por parte del Fondo Monetario para el sendero fiscal era de $222.264 millones, poco más de 0,30% del PBI. De esta forma, Hacienda sobrecumplió ese objetivo por $29.529 millones.
Según había anticipado el ministro de Economía Martín Guzmán el lunes, hacia fines del primer trimestre el resultado de las cuentas públicas registró un déficit primario equivalente a 0,25% del Producto Bruto.
Un factor que le permitió al Gobierno sobrecumplir la meta fiscal es que tuvo ingresos por encima de lo esperado en el acuerdo con el Fondo. Además de un tope al déficit primario, uno de los objetivos es mantener un mínimo de ingresos, que para el primer trimestre era de 2,417 billones de pesos entre los primeros tres meses del año. A diferencia de otras metas, no es condicional para recibir desembolsos.
Las otras metas exigibles por el Fondo Monetario también habrían sido alcanzadas, aunque eran de más fácil cumplimiento según los analistas. Así, la letra chica reclamaba que las reservas deberían haber aumentado USD 1.200 millones en forma neta, mientras que la monetización del déficit tendrá como techo una suma de $236.800 millones.
Para ambos casos en el BCRA aseguran que los objetivos se cumplieron. En el primer caso, por el primer desembolso del FMI de USD 9.700 millones y, por otro, porque el Banco Central acumuló hasta fines del primer trimestre adelantos transitorios al Tesoro por $122.000 millones.
La evaluación definitiva de estas cifras las hará el equipo técnico del FMI a mediados de mayo, en la misión adelantada -su fecha original era el 10 de junio- y que será la primera revisión de desempeño del nuevo programa. Si todo sale como espera el Gobierno, podría contar con un segundo desembolso de USD 4.155 millones más para engrosar las reservas del BCRA.
Las nuevas medidas de emergencia por la inflación tendrán un costo fiscal que, para las consultoras, iría desde los $170.000 hasta los $240.000 millones, dependiendo del alcance final que tengan. Una pregunta que sobrevuela es si esas erogaciones extra pudieran poner algún tipo de presión sobre las segundas metas a cumplir, es decir las que finalizarán el último día de junio y que se evaluarían en septiembre.
Las cifras que acordó el Gobierno para la segunda revisión implican que el déficit primario debería ser cercano a $566.800 millones , los ingresos del Estado acumulados de 4,7 billones de pesos, un gasto social que sea como mínimo de $318.000 millones, las reservas deberían haberse incrementado 4.100 millones de dólares en forma neta y la monetización del déficit no podría superar los $438.000 millones.
Para la consultora PxQ, “de acuerdo a nuestras estimaciones, la medida no implica un apartamiento del sendero fiscal acordado en el EFF”. Para justificarlo, sostienen tres argumentos. En primer lugar, la recuperación del nivel de actividad. Segundo, la aceleración de la inflación y, por último, los mayores precios de los commodities, que implican una recaudación mayor a la prevista en el acuerdo.
“Se debe tomar en cuenta que, hasta el momento, no solo las metas económicas están siendo cumplidas, sino también las ‘políticas’. En base a los datos disponibles, la evolución del gasto primario total del primer bimestre 2022 muestra un crecimiento real de 7,7%. En cuanto a la composición de esa expansión real del gasto, las prestaciones sociales se expanden 7,1%; las jubilaciones (incluidas en prestaciones sociales) crecen 21,6%; y los subsidios económicos aumentan 22,5%”, estimaron desde la consultora.