El billete cerró a $ 9,23, influenciado por la venta de bonos del Gobierno. Además, secaron la plaza de pesos, y las empresas los necesitan para pagar sueldos. La baja también obedece a las expectativas de cambios en el manejo político. Para los analistas, el Gobierno revisa todos los frentes externos: Club de París, canje de deuda e YPF. Ahora se vienen los subsidios
Y ya lo ve…, y ya lo ve…, es para Moreno que lo mira por tevé”.
El cantito, que salió de los labios del titular de una financiera, fue el mismo día que el hoy ex secretario de Comercio tuvo la confirmación de su procesamiento por abuso de autoridad: “Era lo que el amigo tanto nos pedía, que bajemos el billete a $ 9”.
Hoy en un momento tocó ese valor, aunque terminó en $ 9,23, contra $ 9,57 del último cierre, lo que representa una caída de 34 centavos, mientras la brecha con el oficial, que avanzó a $ 6,16, se redujo a menos del 50%. ¿A qué se debe esta baja? Para Ramiro Castiñeira, economista jefe de Econométrica, obedece a las expectativas de cambios en el manejo político: “Hay señales por todos lados. En un sólo mes arreglaron todos los frentes externos: Club de París, canje de deuda e YPF. Además, hubo cambios significativos en el frente interno, con los principales funcionarios del gobierno reviendo la política de subsidios para aflojar la monetización, que es lo que dio vuelta el superávit fiscal y lo pasó a déficit. Aparte, se decidió no desdoblar el tipo de cambio, sino acelerar la devaluación. Si después de las elecciones se seguía con más de lo mismo el dólar de $ 10 era barato. Hoy, en cambio, tiene margen para seguir bajando si realizan algún anuncio, por ejemplo, de quita de subsidios”. “Si hay reajuste de precios relativos y al mismo tiempo el Gobierno acelera la devaluación, el dólar debería seguir subiendo. Sólo un ajuste del gasto y suba de tasa de interés lo aliviarían”, sostiene Fernando Baer, director de Bconomis.
Gustavo Perilli, socio de AMF Economía, detalla que el gobierno estuvo operando en el mercado de bonos: “La venta de bonos operó como oferta de dólares. Apuntan a doblegar las expectativas (hacer pensar que el blue no pasará la barrera de los $ 10), cerrando la brecha con el oficial. Subir el oficial con el impuesto del 20% puede, además, ayudar a cerrar el déficit comercial del turismo”.
¿Es momento para comprar? “Si bien la operatoria con los bonos tiene límites, en la medida en que haya una convergencia a los $ 8,50, esperar un día más al menos seria recomendable, pero si al cabo de ese tiempo sigue con resistencia a bajar, entonces en función de la ansiedad y la necesidad seria recomendable comprar. No estamos en una coyuntura apocalíptica, los recambios en el gabinete han sido favorables. No se por qué se abandonó esta línea de acción cuando se contaba con más reservas y, de ese modo, se desarmaban las expectativas a la suba cuando eran menos sólidas. Las dudas acerca del timming abundan”, admite Perilli.
Para Nicolás Litvinoff, director de Estudinero.net, el dólar blue se cayó porque el mercado se da cuenta que quizás fue un error pensar en el poder del Gobierno sólo en términos de las reservas del Banco Central: “Además, el arreglo con Repsol y el del Club de París aumentan la chance de que ingresen dólares por nueva deuda o inversión extranjera directa, con lo cual los primeros inversionistas buscan posicionarse en pesos para aprovechar las altas tasas que ofrece el sistema financiero. Se abre la posibilidad de que suba el dólar oficial pero no el paralelo, con lo cual quedarse en dólares abajo del colchón podría significar por primera vez desde la implementación del cepo la posibilidad de pérdida de poder adquisitivo si, por ejemplo, el oficial se devalúa un 30% en 2014 y la inflación aumenta otro tanto, mientras que el dólar blue se mantiene entre $ 9 y $ 11”.
“En los mercados, cuando un activo se mueve hacia una dirección determinada por intervención estatal, es poco probable que alguien se anime a jugar en contra de la tendencia establecida por la fuerza que da tener el poder omnipotente. Pero en este mundo siempre existen límites que no se pueden trasponer”, señala José Nogueira, de ABC Mercado de Cambios. “Tanto la venta como la compra de cualquier activo en algún momento debe terminar y es entonces cuando los especuladores actúan para equilibrar los mercados”, indica Nogueira.