En el mercado informal, el dólar rebotó en las últimas jornadas y está cerca de los $174. Los especialistas ven mayores factores de presión, pero podría no impactar en el mercado.
El arranque julio trajo un rebote del dólar blue, apalancado por la renovación del cupo mensual de u$s200 para ahorro y consumo en moneda extranjera. Coincidió además con el pago de los aguinaldos de los trabajadores asalariados, lo que le metió más presión al Mercado Negro de Divisas en momentos en que escasea la oferta.
Entre jueves y viernes el dólar paralelo subió $2 y $1 más ayer para colocarse en $171. Con la suba, se acerca nuevamente a su máximo del año de $174.
Para muchos operadores, la suba del dólar blue en junio era esperada, teniendo en cuenta que la cotización en las cuevas terminó a $166 en 2020, cuando, por ejemplo, los financieros registran subas cercanas al 20% en 2021, frente a una inflación cercana al 24% (21,5% hasta mayo) en los primeros 6 meses del año.
Pero hay otros factores que incidieron en este resurgir del precio del dólar blue: mayor demanda ante el pago del aguinaldo, el inminente reintegro del Impuesto a las Ganancias (los trabajadores lo comenzarán a cobrar en julio en forma mensual hasta noviembre), y la entrada en vigencia o reajustes de algunos acuerdos paritarios.
Todo esto, además, puede ser y es potenciado por una previsible mayor dolarización de ahorros, en la recta final hacia las PASO legislativas del próximo 12 de septiembre, pero tampoco debe soslayarse la expectativa de una mayor emisión monetaria futura, esperada en la previa de cada contienda electoral.
«No es de esperarse la suba del dólar informal ya que recordemos que se ha constituido como refugio del ahorrista medio asalariado que está haciendo uso del pago de su aguilando realizado hasta la finalización del mes de junio», consideró Sergio Morales consultado por Ámbito.
Para Morales «esta dolarización minorista es impulsada por la presión inflacionaria que existe sobre los salarios argentinos que actualmente se ubica alrededor del 50% interanual y, por tal motivo, estos se ven obligados a recurrir a la adquisición de moneda dura para no perder poder adquisitivo».
«En cuanto a las próximas semanas, es probable que continúe la dolarización en el mercado informal, principalmente debido a las fuertes limitaciones para el atesoramiento de la divisa en forma oficial, ya que si bien se renovó el cupo de u$s200 en julio, cada vez son menos los ahorristas que cumplen con los requisitos para poder acceder a este», señaló.
A su turno, Lorena Giorgio, economista jefe de Equilibra, sostuvo que «junio y julio son dos meses en los que la demanda de dólares se suele incrementar por factores estacionales», entre los que identificó el pago de aguinaldos, los bonos de mitad de año, y las vacaciones de invierno.
«Este último factor va a estar ausente en 2021 por las limitaciones al turismo en el marco de la pandemia, pero habrá un tercer factor condicionante que es la dolarización previa a las elecciones, que comenzará a sentirse con más fuerza en la segunda mitad del año», analizó.
Según su evaluación «en estos días se están volcando a la calle más de 300 mil millones de pesos entre aguinaldos, bonos y devoluciones de ganancias. Si pensamos en que el 10% podría dolarizarse, la demanda adicional para los mercados paralelos alcanzaría los 200 millones de dólares. Es decir, un monto similar al de la intervención estimada del BCRA en el mercado de bonos durante todo junio».
«Es cierto que a priori no es un monto que genere preocupación, porque el Central cuenta con suficiente poder de fuego para mantener las cotizaciones del CCL y el MEP a raya, y en realidad las presiones sobre el dólar podrían venir más bien por otros lados. Pero también es cierto que en un mercado en el que suele haber poca oferta, como es el informal, y en el que además el sector público no puede intervenir, estos pequeños montos pueden llegar a hacer mover bastante la cotización en el corto plazo, como vimos la semana anterior, hasta que por cuestiones de arbitraje se vuelvan a acomodar», concluyó.