La Bolsa tuvo un fuerte volumen de negocios mientras que las versiones alternativas del dólar quedaron relegadas por la falta de interés del mercado
La baja del dólar contado con liquidación hay que explicarla con que el circuito se revirtió y está ingresando dinero de los fondos del exterior para posicionarse en distintos activos argentinos. Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- son más demandados al igual que los bonos con ley extranjera que nacieron con el reciente canje de la deuda.
Ayer fue un día de menos euforia que la jornada anterior, por la caída de los tres principales índices de las bolsas neoyorquinas y porque se espera que al bajar el desempleo, la Reserva Federal reduzca el apoyo a la economía norteamericana. La confusión es grande en Estados Unidos y eso favorece a los países de la región, particularmente a Brasil que es el principal receptor de los fondos de inversión del exterior al punto que la Bolsa de San Pablo, ayer cerrada por el feriado de Corpus Christi, acumula ganancias en dólares por 17% desde el 26 de febrero y el dólar en ese lapso bajó 10%.
La Argentina recibe una parte de esos fondos. Mínima, porque su calificación de mercado emergente es una moneda que está en el aire y puede caer del lado de la calificación “de frontera”. Pero los fondos no miran esa calificación de Morgan Stanley Capital Investment con la pasión de antes. Hay que recordar que en el segundo año de gestión de Mauricio Macri la Argentina ascendió a mercado emergente y la euforia duró un par de ruedas; después la Bolsa volvió a la pesadez que venía arrastrando porque la economía vacilaba porque se había quedado con USD 8.000 millones menos de ingresos por exportaciones debido a la sequía. El dólar era más tentador que la Bolsa.
La Bolsa tuvo un buen volumen de negocios de $ 1.556 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, cerró cerca de los máximos del día en 2,62%. El mercado definió su rumbo alcista a dos horas del final de la rueda cuando aparecieron manos grandes que fueron a las acciones más atrasadas. Las de mejor comportamiento fueron Edenor (+5,83%), Cresud (+4,89%) y Mirgor (+4,28%). El atraso en dólares de algunos de estos papeles comparados con 2017 llega cerca de 400% y esto explica la atracción que sienten los fondos extranjeros.
Los ADR’s tuvieron un escaso monto de operaciones. La confusión que hay en Wall Street desanimó a los inversores locales por eso se operaron $ 1.848 millones, 20% menos que el día anterior. La rueda fue mixta, las alzas y bajas fueron similares. Lo más destacado fue la suba de IRSA Propiedades Comerciales (+12,28%), seguido de Transportadora Gas del Sur (+5,57%) y Edenor (+5.32%).
Los dólares alternativos quedaron relegados por la falta de interés del mercado. De hecho, el Banco Central no intervino y los negocios en el AL30C, el bono que se utiliza para aplacar la suba de divisas, sumaron apenas USD 2 millones. En épocas de intervención negociaba hasta USD 24 millones diarios.
De esta manera, el dólar MEP con operaciones por USD 42,1 millones perdió 38 centavos a $ 161,33. En la plaza de las mesas de dinero donde este dólar se negocia con el bono GD30, perdió 62 centavos al cotizar a $ 161,99. El contado con liquidación tuvo negocios por USD 61,3 millones y perdió 40 centavos en el mercado oficial al cerrar en $ 166,45. En las mesas de dinero cotizó a $ 167,05, un precio 57 centavos más bajo que el miércoles.
En la plaza mayorista, las operaciones sumaron USD 261 millones de los cuales el Banco Central compró USD 64 millones que le permitieron incrementar las reservas en USD 55 millones a 42.121 millones. El dólar subió apenas 3 centavos a $ 94,82. Fue el día de menor devaluación del peso desde que comenzó el anclaje.
Los bonos tuvieron bajas en el exterior porque hubo toma de ganancias después de la fuerte suba del día anterior. De esta manera, el riesgo país aumentó 18 unidades (+1,2%) a 1.498 puntos básicos.
Los que no detienen su crecimiento son los plazos fijos UVA, que ajustan por el costo de vida. En los bancos ya hay acumulados $ 151.952 millones y a lo largo de mayo crecieron $ 23.646 millones (+18%). En el mercado secundario los bonos y letras que indexan por el CER, crecieron hasta 0,70%.
La transformación del mercado financiero sorprendería al habitante del planeta, pero el mercado está comprando acciones a precios de liquidación que están muy lejos del valor real de la empresa. Hay papeles que deberían subir casi 500% en dólares para volver a su cotización real. Todo lo negativo que hay para absorber, hasta un probable default con el Club de París o una caída a mercado fronterizo, está incluido en el precio actual. Pero lo curioso es que los inversores los compran para hacer diferencias a largo plazo y creen que la bisagra será el día de las PASO que marcarán el rumbo definitivo de las acciones, los bonos de la deuda y el dólar.