Doce centavos de suba en el mercado mayorista, seis en el minorista. Los operadores hablan de una vuelta de la volatilidad. Analistas esperan que con compras de divisas y tasa de interés el BCRA conduzca un avance de la divisa «en cámara lenta».
El dólar subió seis centavos en las pizarras minoristas de bancos y casas de cambio para cerrar a $ 16,37, la mitad de lo que subió el mayorista. En una rueda atípica, después del poco volumen operado el lunes por el feriado en los Estados Unidos, el precio que pagan los grandes jugadores saltó doce centavos por compras grandes de bancos privados que dispararon la cotización cerca del cierre de la rueda. Operadores se acostumbran a la volatilidad que nació con la crisis en Brasil, mientras que analistas creen ver una oportunidad para que el Banco Central (BCRA) pueda mover al alza a la divisa, de a poco y sin sobresaltos, para desincentivar el carry trade y mejorar la competitividad del peso.
El dólar mayorista cerró ayer a $ 16,15, luego de una sorpresiva suba de seis centavos en los últimos minutos de operación. El avance de la divisa no se debió a una intervención oficial algo que la autoridad monetaria patrocinó durante 11 ruedas de este mes, sino a compras de bancos privados que ayer en las mesas calificaban de genuinas.
«La abrupta suba obedeció que bancos privados tuvieron aparentemente dos órdenes genuinas de compra de la divisa, en un lapso de no más de 15 minutos al final del mercado, que cruzó la línea de $ 16,10 con un monto negociado en ese lapso de unos u$s 50 millones», escribió Roberto Izzo de ABC Mercado de Cambios en su informe diario.
Fue un movimiento del 0,74%, lo suficientemente pequeño como para no asustar a nadie pero también lo suficientemente alto como para poner nervioso a quien juega al carry trade (y que apuesta a una tasa por encima de la devaluación).
Hoy termina un mal mes para los que apostaron por la tasa, en contra del dólar. Hasta ayer, el dólar mayorista avanzaba 4,87% en mayo, su mayor avance desde noviembre pasado. En el año gana 1,64% y en los últimos 12 meses 15,43%.
En las mesas van a estar atentos hoy al Banco Central de Brasil decide esta noche cómo continúa su recorte gradual de tasas. Un recorte de la tasa por encima de lo esperado podría ser alcista para el real, con potencial contagio al peso argentino.
Dos reportes privados revisaban ayer sus previsiones para el dólar en el corto plazo. Uno de Balanz Capital, firmado por Walter Stoeppelwerth, sostenía que «creemos que al BCRA le gustaría debilitar al peso de aquí al fin de junio, pero en un movimiento en cámara lenta que no supere la volatilidad de 10 días por encima del 15% o 16% (la semana pasada se disparó al 15,5%)».
Para la sociedad de Bolsa, la ruptura de ese nivel de volatilidad suele traducirse en traspasos a precios de la suba del dólar. Pero más allá de eso, la caída de tenencias en dólares del Tesoro, la reducción de los precios de la soja, el aumento del déficit comercial y la reducción de la sobreoferta de dólares en el sector financiero son, para Balanz, drivers para una suba del dólar que no tiene por qué ser lineal.
La consultora Analytica llega a conclusiones similares. La inminente emisión de u$s 20.000 millones de deuda le da poder de fuego al BCRA para controlar subas extremas, mientas que la tasa y las intervenciones compradoras le permiten llevar al precio hacia arriba. «Creemos que el BCRA cuenta con ambos instrumentos para sostener el tipo de cambio en un sendero ascendente controlado, sin saltos discretos, terminando el año en $ 17,80», dijo en un informe.
Suben tasas largas de Lebac
Desde hace unos 10 días, operadores bancarios señalan que las intervenciones del BCRA en el mercado secundario de Lebac ya no se concentran en los tres vencimientos más cortos, sino en plazos más largos.
Ayer, en bancos señalaban que fue llamativa la cantidad de ventas de letras del BCRA en el plazo a febrero de 2018, el más largo, donde la tasa quedó a 23,40%, 40 puntos básicos por encima del nivel al que fue emitida esa letra en la última licitación.
«No tenemos clara cuál es la estrategia del BCRA, pero entendemos que busca de a poco descomprimir los vencimientos más cortos y para achicar los montos que tiene que renovar cada mes», dijeron en un banco. «Es una señal contradictoria respecto de la inflación, porque si le crees a las metas es una tasa super atractiva la de febrero, pero si sube las tasas de largo quizás no vea una desinflación tan rápida», agregaron.