El Estado se queda con el 83,4% promedio de la renta que deja una hectárea que en campo propio es cultivada con granos en concepto de retenciones, impuestos nacionales y provinciales, de acuerdo con el último informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
De esta forma, la carga promedio concluye 2014 en casi 10 puntos porcentuales por encima de lo que el Estado se llevaba en diciembre de 2013, indicó la entidad.
En el caso del trigo, retenciones y presión impositiva nacional y provincial alcanzan al 140% de lo que deja una hectárea de campo propio cultivada. Para el maíz, en tanto, la participación estatal en la renta por hectárea está en el 97%, señaló el trabajo.
Con el actual nivel relevado, FADA advirtió que se "sale del promedio de los últimos seis años: se dio la tormenta perfecta con caída de precios, dólar anclado y altos costos de intervención".
La entidad explicó que si se suman los impuestos nacionales, los gravámenes provinciales y los costos de intervención del mercado granario, por "cada $ 100 que produce una hectárea agrícola en Argentina, tanto en granos finos como gruesos, $ 83,4 se los lleva o reasigna el Estado con sus políticas". A fines de 2013, esa proporción rondaba en $ 73,6".
"La razón principal de que la participación del Estado en la renta agrícola sea elevada durante la última década es la existencia de los derechos de exportación, que aplican una alícuota al precio bruto de los commodities agrícolas", sostuvo FADA.