La profundización de la crisis griega hizo acelerar una tendencia que se mantiene desde hace un año: el constante debilitamiento del euro respecto al dólar. La moneda común europea sintió levemente ayer el impacto del referéndum griego y bajó hasta los 1,10 dólares, aunque no alcanzó a sus mínimos valores, registrados en marzo, acentúa la curva descendente que, afirman los analistas, continuará en los próximos meses.
Dejando de lado las dos causas que hicieron fortalecer al dólar frente al euro (el programa de compra de deuda que lanzó el Banco Central Europeo y el freno a la emisión de la Reserva Federal) antes de la nueva etapa de la crisis griega, la incertidumbre actual parece ser el factor clave para el declive del euro. La moneda europea se depreció a un mínimo de una semana bajo los 1,10 dólares, y cedió a su menor nivel de seis semanas contra el yen inmediatamente después de la divulgación del resultado de la consulta en Grecia. El impacto, no obstante, estuvo lejos de ser pronunciado. La moneda que más se benefició en los los últimos tres meses, en cambio, fue la libra.
Hace un año, el precio del euro era 1,36 dólares. La devaluación total entre julio de 2014 y ayer entonces alcanzó el 19%.
En el mercado se espera que la tendencia no cambie y que, eventualmente, se acelere en el caso de que Grecia abandone la zona euro. El jefe de estrategia de divisas de Deustche Bank, Alan Ruskin, llegó a afirmar que “el peor escenario que hemos considerado, especialmente una salida de Grecia (del bloque monetario), no ha golpeado tanto al euro, mientras que el mejor caso, un acuerdo negociado, tampoco es una gran razón para comprar euros, ya que será difícil lograr un pacto con credibilidad de largo plazo”. Y según una encuesta hecha por Reuters entre analistas de mercado, la mayoría espera que en los próximos seis meses el euro se devalúe contra el dólar otro 5%, por lo que finalizaría el año en torno de los 1,05 dólares, su peor marca del año, que tuvo en marzo.
En ese mes, el Banco Central Europeo anunció el comienzo de un programa de compra de deuda soberana de 60.000 millones por mes en un plazo de 18 meses, por un total de poco más de 1 billón de dólares, como parte del plan de estímulos lanzado por la Unión Europea. “Estados Unidos, además, dejó de emitir y no lo hará probablemente hasta la primera parte de 2017, por lo que fortaleció el precio del dólar frente al euro al haber igual oferta de uno y mayor del otro”, analizó ante Diario BAE el economista Luis Palma Cané.
Si bien las principales plazas financieras de Europa cayeron, el impacto fue menor al esperado (ver aparte) y el euro recortó pérdidas una vez que se conoció la renuncia del ministro de Economía griego Yanis Varoufakis.
Pero próximamente habrá otra decisión que podría remarcar la baja de la moneda comunitaria: el gobernador de la Reserva Federal Jerome Powell, estimó que existen 50 por ciento de posibilidades de elevar las tasas de interés en la reunión de septiembre.
“NO SOMOS GRECIA”
El gobierno de Puerto Rico dijo que la situación puertorriqueña es diferente a la de Grecia y aseguró que su estrategia pasa por abrir un proceso de reestructuración de la deuda “ordenado y voluntario”. La deuda de Grecia, asciende a unos 360.000 millones de dólares, mientras la de Puerto Rico es de 73.000 millones de dólares y está controlada sobre todo por fondos de inversión estadounidenses.