Además, obstaculizó la intervención gubernamental para controlar los dólares financieros y en el mercado de futuros
El Fondo Monetario Internacional (FMI) puso su cepo al Gobierno: no está de acuerdo con el dólar a $350 y obstaculizó intervención en dólares financieros y en el mercado de futuros.
Esta semana será intensa en cuanto a la dolarización de carteras. El FMI le puso límites a la intervención del Banco Central tanto en el mercado de dólares financieros como en el de futuros donde le bajó el cupo de intervención de USD 9.000 millones a USD 8 mil millones.
Por eso el mercado de futuros tuvo una fuerte reacción donde recuperó casi todo lo que había perdido el jueves. Ahora el dólar a fin de año cotiza a $680 – está a $7 del máximo- y eso significa una devaluación de 282% para todo 2023.
Volúmenes y expectativas
Todos los plazos subieron y hubo fuertes volúmenes de negocios en setiembre y octubre porque los inversores no creen que el dólar a $350 se mantenga firme hasta octubre con una inflación de dos dígitos a partir de agosto. No hay tasa que pueda combatir una inflación que se proyecta a más de 11% mensual con recesión porque el ajuste a las importaciones será más fuerte de todo lo conocido, para poder acumular reservas en dólares.
La cobertura es tan grande, que el bono linked dollar TV24, que ajusta por el tipo de cambio más 0,40% anual, cotiza sobre la par. El viernes subió 2,45% a una paridad de 107,40% que implica una renta negativa de 13,50%. El alza del bono en lo que va del mes es de 31,50 por ciento.
Dudas de septiembre
Según la consultora Ecolatina “setiembre presenta ciertas dudas y para octubre descuentan un nuevo salto cambiario: la devaluación mensual implícita de octubre es de más del 15%, lo cual implica que el mercado busca cubrirse de un probable nuevo salto en el tipo de cambio posterior a las elecciones. Los movimientos mensuales implícitos de noviembre (+24%) y diciembre (+27%) son asimismo elevados”.
En lo que coinciden es que el Banco Central está con escaso resto para intervenir. En el webinar de Adcap Grupo Financiero , el economista Federico Furiase de Anker Latinoamérica estimó que en AL30 -el bono que se utiliza para intervenir en el mercado de dólares financieros- hay entre USD 1.500 y 2.000 millones nominales y quedan otros bonos en dólares, pero de menor liquidez.
La consultora Econviews indicó que del “desembolso de USD 7,500 millones no va a quedar literalmente nada. Hay que pagarle a la CAF, a Qatar, a China más USD 4.250 millones al FMI entre septiembre y noviembre por capital e intereses. La cuenta fría dice que el saldo es negativo en USD 175 millones de dólares”.
“El FMI dijo que habría que gastar menos en salarios públicos, jubilaciones y subsidios y evitar que el tipo de cambio se atrase”, agregó.
La intención del FMI de que no haya tipo de cambio fijo es una amenaza que llegó a los inversores que redoblaron sus apuestas sobre el valor de la divisa en el futuro.
El viernes las reservas, por el pago de los yuanes que China le adelantó para pagar al FMI, cayeron USD 1.048 millones a 27.944 millones.
Para la consultora Equilibra va a ser imposible que el Gobierno pueda cumplir con la meta de acumulación de USD 3.300 millones. “El principal problema que le encontramos es que genera un cuello de botella en la previa de las elecciones presidenciales, pues todos los agentes económicos saben que tras las generales y/o el ballotage, el Ejecutivo va a tener que corregir el atraso cambiario para reducir la creciente brecha que genera un tipo de cambio oficial fijo y destrabar nuevos desembolsos del FMI”.
La trampa quedó tendida. Si Sergio Massa utilizara dinero del FMI para evitar la suba de los dólares financieros, para hacer frente a los futuros pagos al organismo debería acudir a nuevos préstamos puente.