Para contener los pedidos gremiales y con la premisa de no desfinanciar al Estado, la Presidenta abrió la puerta a cambios que tendrán que pasar por el Congreso
El Gobierno estudia crear nuevos impuestos o aumentar alguno de los ya existentes para poder cumplir con el reclamo de los gremios de modificar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.
Así lo aseguraron ayer los empresarios que estuvieron presentes en esta ciudad de la Patagonia argentina, en la convocatoria al “diálogo social” con la presidenta Cristina Kirchner y casi la totalidad de los miembros del Gabinete. Minutos después de terminada la extensa reunión -duró más de tres horas y tuvo lugar en el primer piso del Hotel Patagonia- la Presidenta fue quien confirmó los dichos de los empresarios al asegurar que la modificación en el mínimo no imponible para que menos trabajadores paguen Ganancias tiene que estar atada a la premisa de no desfinanciar al Estado.
Uno de los impuestos que se estudia crear es gravar el pago de dividendo a toda aquella empresa que reparta ganancias entre sus accionistas. También se mira muy atentamente el sector turístico, porque no sólo hay déficit porque llegan menos turistas de los que salen, sino porque sigue creciendo el consumo de los argentinos en el exterior. “Por pasajes y gastos en el exterior, los argentinos gastaron u$s 6.000 millones en lo que va del año”, dijo Cristina a periodistas una vez finalizada la reunión.
Cualquiera de las dos medidas, o ambas, tendrá impacto en el sistema financiero. Por eso, tal vez Cristina se encargó de exaltar en las narices de los representantes de los bancos que el sector fue el que más creció en los últimos tiempos. También, claro está, la Presidenta, sin nombrarlo le apuntó a Jorge Brito, titular de la Asociación de Bancos de Capital Nacional (Adeba) y presidente del Banco Macro. Según los empresarios que estuvieron en la reunión, Cristina dio a entender que Brito era un hombre cercano a Sergio Massa, el intendente de Tigre y vencedor en las últimas elecciones. El último mensaje para el sector financiero fue un alivio: la Presidenta descartó gravar los plazos fijo.
Además de Brito, en el cónclave también estuvieron presentes por los bancos Claudio Cesáreo, presidente de la Asociación de Bancos de Argentina (ABA), que agrupa a las entidades de capital extranjero, y Juan Carlos Fábrega, titular del Banco Nación y de Abappra, la entidad que concentra a los bancos públicos y cooperativos.
Para los gremios, representados por Antonio Caló, de la CGT oficial; Gerardo Martínez, de Uocra; y Hugo Yasky, de la CTA oficial, no todas fueron buenas noticias. De hecho, la Presidenta les advirtió que no se podía pedir aumentos de 25% de ahora en más, porque de esa forma “no hay economía que aguante”. Cristina no sólo hablaba de ponerle un tope a la recuperación salarial de los últimos años. En sus palabras se ponía de manifiesto la preocupación oficial por un problema que durante años se negó: la inflación.
Los industriales, representados entre otros, por el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, quien durante el fin de semana pasado dijo que “si el Gobierno no cambia lo que tiene que cambiar, perderá votos”, también recibió una respuesta contundente de la Presidenta. “El modelo es este, no se cambia”, dijo Cristina, y también envió un mensaje a los industriales que aseguran que es difícil competir con los costos que hoy tiene el país: “No se devalúa”, aseguró la mandataria.
Las sillas industriales estuvieron ocupadas por Juan Carlos Lascurain, ex presidente de la UIA y actual titular de Adimra, y por Marcelo Fernández, de Confederación General Empresaria (Cgera).
En la reunión también participaron la Cámara de la Construcción, la Cámara de Comercio (Eduardo Eurnekian actúa en reemplazo de Carlos de la Vega) y los ministros de Economía, Hernán Lorenzino; de Planificación, Julio De Vido; de Industria, Débora Giorgi; el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, el secretario general de la Presidencia, Omar Parrilli; el viceministro de Economía, Axel Kiciloff; la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Comparación
Cristina Kirchner se había preparada para la reunión con los empresarios y gremios. Como es su costumbre, defendió los resultados de su modelo económico con una catarata de números y comparó a la Argentina con dos países a los que consideró “cool”: Australia y Canadá.
“En este año de crisis mundial, la Argentina creció 5,1%”, dijo la Presidenta, y siguió: el resultado fiscal primario de los últimos 10 años del país es de 2,3%, mientras que en Australia es del -0,7% y en Canadá -0,6%. La deuda pública sobre PBI fue de 18,8% en la Argentina, de 27% en Australia y de 86% en Canadá; mientras que la deuda externa pública sobre PBI es de 13,7% en la Argentina; de 89% en Australia y de 73% en Canadá”, dijo.