El directorio del organismo sesionará después del 20 de diciembre para aprobar la tercera revisión y habilitar un último giro de divisas al Banco Central. Cuánto deberá devolverle el país al Fondo en 2023
El Gobierno podría recibir durante las Fiestas un regalo que necesita como agua: el último desembolso de dólares del año del Fondo Monetario Internacional para alimentar las reservas del Banco Central. El equipo económico espera que el directorio del organismo sesione luego del 20 de diciembre para aprobar la revisión de metas del tercer trimestre.
Una vez que tenga lugar ese último paso, que implica que la junta de los máximos directivos del Fondo Monetario den el visto bueno al informe que se encuentra en elaboración en estos días por parte del staff técnico y que reconocerá el cumplimiento de los objetivos centrales de política económica hacia el tercer trimestre y un anticipo de las metas de fin de año, la Casa Rosada será acreedor de un último giro en este 2022 de 4.500 millones de DEGs, lo que equivale a unos USD 6.000 millones.
De acuerdo a fuentes oficiales que formaron parte de las reuniones técnicas con el Fondo Monetario la semana pasada en Washington, el máximo órgano decisor del FMI sesionará para tratar del caso argentino después del 20 de diciembre, aunque la fecha precisa se conocerá cerca del fin de esta semana.
La misión técnica de funcionarios argentinos que estuvo en la capital norteamericana fue con el mandato de finalizar la tercera revisión trimestral desde la firma del programa financiero en marzo pasado y anticipar cómo evolucionan las principales variables que mira el Fondo de cara al cierre de 2022.
Hubo espacio, también, para hablar sobre los objetivos de 2023, continuar la discusión abierta hace algunas semanas sobre cómo el acuerdo puede “absorber” el costo que tuvo para la Argentina la guerra en Ucrania y el debate respecto a los sobrecargos de interés que cobra el organismo a sus deudores, entre ellos a la Argentina.
El último desembolso del año que el Gobierno recibirá cerca de Navidad dejará como saldo del 2022 un monto de giros netos, es decir, sin contar los pagos de capital e intereses que tuvo realizar el Poder Ejecutivo a Washington con ese mismo dinero, de unos USD 4.800 millones, de acuerdo a estimaciones privadas.
“Si bien los pagos al FMI entre enero y abril están 100% calzados con los desembolsos que recibirá Argentina en diciembre 22′ y marzo 23′ (sujeto al cumplimiento de las metas), desde mayo en adelante las operaciones con el FMI dejan de significar un financiamiento neto positivo para el país”, estimó un informe de la consultora Invecq.
“Formalmente, según el acuerdo con el FMI y asumiendo que se materialicen todos los desembolsos pautados, entre mayo y agosto el Fondo le ‘bajaría’ a la Argentina poco más de USD 1.200 millones (cuando en el mismo lapso el país enfrentará vencimientos de capital e intereses por más de USD 3.400 millones). Si bien los valores pueden variar mínimamente por diferencias cambiarias, en el lapso inmediatamente pre-electoral (mayo-agosto 2023) el país enfrentará pagos netos al Fondo por más de USD 2.200 millones”, proyectó la consultora.
“Esta es una de las principales diferencias con el 2022, donde las operaciones con el Fondo implicarán un ingreso neto de divisas por aproximadamente USD 4.800 millones, mientras que en el 2023 representarían un egreso neto de divisas para Argentina por más de USD 3.500 millones contemplando capital e intereses”, estimó.
Por su parte, la consultora PxQ, que dirige el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, proyectó hacia adelante que el saldo neto para el Estado argentino al considerar la dinámica de desembolsos y pagos entre diciembre de este año y el de 2023 es de unos USD 300 millones. Durante los meses que transcurrieron de vigencia del acuerdo, entre marzo y diciembre, PxQ estimó que el saldo neto de desembolsos será positivo en unos USD 3.000 millones.
Habrá, cuando ingresen los casi USD 6.000 millones en las próximas semanas, un saldo neto ya que en esos días (está pautado a priori para el 22 de diciembre), se deberán pagar cerca de USD 2.800 millones, aunque entre enero y febrero habrá más vencimientos: otros USD 2.800 millones en enero y una porción menor a los USD 500 millones en concepto de intereses a lo largo de febrero.
En 2023 implicará para la Casa Rosada una necesidad de giros hacia Washington previsto por un total de USD 19.700 millones al valor del tipo de cambio entre los DEGs del FMI y el dólar de este martes.
Metas aprobadas: el comunicado del Fondo
“La prudente gestión macroeconómica y los esfuerzos para movilizar financiamiento externo están respaldando la estabilidad macroeconómica—se está restableciendo el orden fiscal, moderando la inflación, mejorando la balanza comercial y fortaleciendo la cobertura de reservas. La implementación continua y decisiva de políticas sigue siendo esencial para reducir aún más los desequilibrios macroeconómicos, especialmente en el marco de un contexto externo e interno más desafiante. Los objetivos del programa permanecen sin cambios durante el resto de 2022 y 2023″, señaló el FMI en un documento.
“Si bien se han logrado avances, las condiciones macroeconómicas siguen siendo frágiles y la implementación firme del programa será esencial en el futuro”, agregó el Fondo. En ese sentido, se especificó que “será fundamental continuar con el proceso de consolidación fiscal”, cuyas metas implican una reducción del déficit primario de las cuentas públicas del 2,5% del PBI en 2022 al 1,9% del PBI en 2023.
Las acciones del nuevo equipo económico, explicó el FMI, “están comenzando a dar frutos: la inflación se está moderando (aunque desde niveles altos) y la balanza comercial está mejorando, en gran parte debido a una desaceleración saludable en la demanda interna y las importaciones. Además, las autoridades siguen encaminadas para cumplir los objetivos del programa de finales de 2022″.
Desde el equipo económico, resaltaron el estricto cumplimiento de las metas del tercer trimestre a la vez que aseguraron que “está encaminado” el cumplimiento de las metas del cuarto trimestre, “a pesar de los impactos finales negativos producidos por la guerra de Ucrania”.
Las fuentes oficiales agregaron que “se discutió durante reuniones virtuales y una semana larga de negociación en Washington los distintos aspectos de la focalización y priorización de los programas sociales, la correcta asignación de los subsidios y, en particular, la consolidación fiscal y acumulación de las reservas, en el contexto de continuar con el proceso de normalización de la economía”.