Tras la ampliación del swap con China y el avance del pago de importaciones con esa moneda, el equipo económico estudia una medida para que los tenedores puedan, al realizar operaciones de compra de divisas con títulos públicos, obtener moneda china
El Gobierno comenzó a estudiar en los últimos días la posibilidad de habilitar liquidación de títulos públicos en yuanes, como una medida adicional a la ampliación del intercambio comercial con China realizado en renminbí y del swap de monedas. Los bonos, de esa forma, podrían ser utilizados para obtener yuanes, por la vía de la compraventa de títulos, con un alcance que todavía está a determinar. La moneda china no es actualmente una divisa para ahorro o atesoramiento y su utilización está habilitada únicamente para el pago de importaciones.
Según pudo saber Infobae, esa alternativa empezó a ser analizada en despachos oficiales tras la misión del Ministerio de Economía y el Banco Central a China, hace dos semanas, en un viaje en el que se extendió el monto de utilización del intercambio de monedas acordado con el Banco Popular chino. La iniciativa está en estudio en la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Banco Central, en conversaciones con actores del mercado, afirmaron.
En ese sentido, la posibilidad de permitir que títulos públicos puedan ser liquidados en yuanes -tal como hoy se liquidan en dólares en la última parte de la operatoria de dólar MEP- ganó peso por sobre otras alternativas, por lo que se descartó la habilitación de la colocación de obligaciones negociables en moneda china. “Se analiza la posibilidad de aplicarlo para bonos”, afirmó a este medio una fuente oficial con conocimiento de esas conversaciones.
Por ahora es una idea preliminar, según aseguraron fuentes oficiales, pero para que esos bonos puedan ser usados para hacer dólar Bolsa habría una instancia de conversión desde el yuan al dólar, cuyo mecanismo debería estar contemplado en una eventual regulación.
En rigor, ya existen instrumentos financieros valuados en yuanes, aunque se trata de un derivado como es la negociación de futuros en renminbí en el Rofex, el mercado de derivados que concentra aproximadamente el 90% del volumen operado en futuros de dólar en la Argentina.
“Las operaciones que viene realizando el BCRA son claves para desarrollar este mercado y están destinadas a ofrecer cobertura de riesgo cambiario a importadores locales que operan en esa moneda”, aseguraron desde el Banco Central.
De acuerdo a datos de Rofex, hay un interés abierto en el mercado de los futuros del renminbí equivalente a unos 123 millones de dólares, lo que implicaría casi 900 millones de yuanes. Es una cifra, desde ya, mucho menor que la cantidad de futuros del dólar que se negocian diariamente.
De la mano de la ventana abierta para pagar importaciones con yuanes en medio de la escasez de reservas, en lo que va del año la Argentina se abonaron más de USD 500 millones de compras de insumos a China directamente con esa moneda y tiene comprometido el uso, en plazos que van desde los 30 a 90 días, de unos USD 2400 millones más.
De acuerdo a información oficial, a lo largo del año fueron pagados el equivalente a unos 512 millones de dólares de importaciones directamente en moneda renminbí, y casi 800 millones desde 2020. La cifra es a todas luces baja en comparación con el ritmo de importaciones que se registran todos los meses desde China, pero hay dos elementos que marcan en los despachos oficiales como tendencia: en primer lugar, que en las últimas semanas registraron una aceleración que calificaron como “exponencial”. Como muestra: las dos primeras semanas de junio duplican la cifra de todo mayo.
En segundo lugar, que a medida que avance y se consolide el esquema de pago con yuanes ese número encontrará un piso mensual de operaciones mucho más alto al actual. Según las últimas cifras de la Secretaría de Comercio, los trámites de SIRAs autorizados para las empresas que buscan importar pagando con moneda china superó un monto equivalente a USD 2400 millones.
Si bien se trata de autorizaciones que se irán activando a medida que se cumplan esos plazos de espera, el Gobierno ya comprometió ante los importadores la mitad del primer tramo de intercambio de monedas con el Banco Popular chino, que era por un monto equivalente a USD 5.000 millones.
Hay algunos sectores que tienen especial preponderancia en el comercio externo con China y que comenzaron a buscar el mecanismo para pagar sus compras de insumos con yuanes. Cerca de una tercera parte de las solicitudes autorizadas pertenecen al sector de electrónica, que tiene en Tierra del Fuego un polo industrial y que importa desde Asia sus principales insumos.
Un informe reciente de la consultora Ecolatina planteó cuáles son “los costos y riesgos asociados” a la activación de otros USD 5.000 millones del swap con el Banco Popular chino: “Las consecuencias de los diferentes usos y aplicaciones del swap son las relativamente elevadas y desconocidas tasas de interés que deben abonarse a posteriori -por caso, en diciembre de 2015 la tasa vigente era Shibor más 400 puntos básicos”.
El informe explica que la Shibor es la tasa de referencia de la política monetaria del BPC (el Banco Central chino) y que, como contrapartida, “y si bien la información no es de índole pública, existen dos riesgos asociados”.
En primer lugar, el “riesgo de tasa”. “La activación implica endeudarse a una tasa con un componente variable Shibor, lo que implica estar sujeto a subidas repentinas por decisiones del BPC”. De todos modos, observa respecto de esa tasa, “la buena noticia es que viene retrocediendo y ya acumula una caída 0,3 puntos porcentuales en 2023, ubicándose en la zona de 2,5% anual”.
Y, por otro, el riesgo cambiario. “Como cualquier endeudamiento en moneda extranjera, eventuales apreciaciones en la divisa en cuya deuda se incurre implica un peso mayor de los compromisos asumidos”, aseguró Ecolatina. En ese sentido, refiere, la cotización del futuro del yuan o renminbi para junio de 2024 es actualmente de 6,9 yuanes por dólar, “lo que implica una apreciación del 2,6 por ciento”.
“Sobre el préstamo de USD 10.000 millones, se incurriría en una salida extra de divisas próxima a los USD 300 millones” y que “el crawling peg y eventuales saltos disruptivos del tipo de cambio implicarían un peso mayor en la posición deudora del país”, concluyó ese estudio.