En medio de la caída de precios y la sostenida reticencia del productor a vender, el Gobierno negociará con exportadoras un nuevo plan para garantizar dólares frescos
El Gobierno arrancará en los próximos días con negociaciones con las cerealeras exportadoras, a fin de garantizar que un flujo de ingreso de dólares en la previa al arranque de la cosecha gruesa similar a la obtenida en el segundo mes del año pasado.
A principios de febrero de 2014, Gobierno y privados acordaron un esquema de liquidación de divisas para ese mes de u$s 2000 millones. Finalmente la liquidación de ese mes alcanzó los casi u$s 1,9 millones.
La intención oficial pasa por conocer el cronograma de liquidación que estiman harán los exportadores de ahora hasta marzo/abril y, sobre esa base empezar a negociar una cifra y los modos de alcanzarla.
Entre el 1º de enero y el viernes 23 pasados, las cerealeras liquidaron divisas por u$s 849 millones.
En el encuentro, que todavía no tiene fecha confirmada, funcionarios y exportadores también se discutirá de qué manera se compensarán los adelantos de liquidaciones que el sector hizo en los meses previos, sobre todo entre octubre y diciembre últimos cuando, con diversos instrumentos, sumaron u$s 1500 millones extra a sus cálculos iniciales (que estaban en u$s 4200 millones para el último trimestre de 2014).
La idea comenzó a dibujarse hace dos semanas cuando funcionarios del Ministerio de Economía y el Banco Central se reunieron con los agroexportadores y tras evaluar de manera satisfactoria la liquidación del último trimestre de 2014 –que llegó a u$s 5700 millones tras un trabajoso acuerdo Gobierno-exportadores–, le pidieron a los privados preparar sus proyecciones sobre cosecha estimada, precios internacionales, cálculo de ventas y estimado de liquidación de divisas para el próximo trimestre.
Aunque todavía no hay fecha pactada para el encuentro, desde oficinas gubernamentales indicaron que será la próxima semana. Fuentes el sector exportador, en tanto, señalaron que no tienen novedades sobre cuándo se dará el próximo encuentro y que están afinando los números para presentar a las autoridades.
Febrero suele ser un mes «bajo» para el ingreso de agrodólares, porque la cosecha gruesa –principalmente soja – recién está disponible hacia fines de marzo y el pico de liquidación de divisas se produce entre abril y julio.
En años anteriores, los dólares que ingresaban entre enero y mediados de marzo eran gracias a la exportación de trigo, algo de maíz y derivados de la soja (aceite y harina), que quedaba de la cosecha previa.
Pero en los últimos ocho años, esa ecuación se trastocó, con la intervención de los mercados de ambos cereales y los cupos a cuentagotas para poder vender al exterior. A principios de 2013 esa situación quedó en evidencia: las exportadoras liquidaron u$s 948 millones en febrero de ese año, lejos del promedio de los últimos cinco años previos, que había estado en torno a u$s 1200 millones. Así en 2014 surgió la negociación para garantizar un febrero con ingreso de agrodólares del orden de u$s 2000 millones.
Pero desde el sector privado advierten que la situación es bastante distinta a que reinaba 12 meses atrás. Es que el derrumbe de los precios del petróleo –que perdió 50% en los últimos cuatro meses y ayer cerró en otro mínimo para los últimos seis años: u$s 45,15 el barril–, la fortaleza del dólar contra el euro, la superoferta global de granos y oleaginosas y una demanda que no crece al ritmo de la producción generaron un coctel que derivó en un bajón en las cotizaciones de las materias primas, que también llegaron a pisos de los últimos años.
Soja, maíz y trigo valen hoy 23%, 10% y 9%, respectivamente, menos que un año atrás y eso, sumado a la incertidumbre económica y al ruido político por el año electoral, hace que los productores vendan poco o casi nada tanto de la mercadería que les queda como de la futura.