El gobierno cierra una semana marcada por una fuerte política de colocación de deuda, dado que necesita financiar un déficit fiscal cercano a los $ 400.000 millones, según cálculos del sector privado. Tras la emisión del martes del Bonar 2020, en la que se obtuvieron u$s 669 millones, ayer fue el turno de otros dos bonos, un nuevo Bonad con vencimiento en junio de 2017, un instrumento dollar-linked,y un título que debuta en la renta fija local, el Bonar B+300, también al 2017, que pago según la evolución de la tasa Badlar. En total, el Ministerio de Economía captó u$s 384 millones y cerca de $ 8400 millones, respectivamente.
Para el Bonar B + 300 2017 se recibieron ofertas por $ 11.162 millones, es decir, 3,7 veces los $ 3000 millones licitados, siendo el precio de corte de $ 99,4 por cada lámina de $ 100. «En virtud del gran volumen de ofertas recibidas se amplió la licitación adjudicándose $ 8.319.576.566», destacó el comunicado del Ministerio de Economía.
En cuanto Bonad 0,75% a junio de 2017, se recibieron ofertas por u$s 446 millones, pero se adjudicaron u$s 384.652.635 a un precio de corte de u$s 116,3 por cada u$s 100.
Si bien las ofertas superaron en casi 4 veces el monto licitado en el bono en pesos, el Bonar, en el caso del dollar-linked, el Bonad, no alcanzaron los u$s 500 millones licitados.
«Fueron dos colocaciones completamente distintas. La de Badlar es dirigida a bancos y sigue la política de reemplazar liquidez en letras que tienen los bancos por estos bonos», comentó una fuente del sector bancario que prefirió no dar su nombre.
Con respecto al Bonad17, la misma fuente indicó que se trató de una emisión dirigida a las empresas o instituciones «que se quieren cubrir frente a una devaluación» futura. «En esta los bancos no podemos participar mucho porque tenemos el límite del 20% de RPC (Responsabilidad Patrimonial Computable) casi al tope, con lo cual no tenemos más espacio para papeles dolarizados», explicó.
A su vez, el experto dijo que pese a las tasas negativas de los dollar-linked, estos instrumentos son vistos como «una manera de seguir ampliando la cobertura, porque si bien son en pesos al ajustar por devaluación se vuelven atractivos».
Según estimaciones privadas, en lo que queda del gobierno podría endeudarse por uno $ 50.000 millones, una cifra que tendría un piso de $ 30.000 y un tope de $ 60.000 millones, incluyendo los bonos que ya emitió en los últimos días.
Cabe recordar además, que estas colocaciones se agregan a los $ 69.800 millones que el gobierno emitió hasta septiembre pasado a través de los Bonad ($ 21.500 millones), Bonac ($ 48.300 millones), los $ 12.574 millones de Bonar 24 y los $ 26.000 millones desde septiembre a diciembre de 2014 en pesos y dollar-linked, según recopiló la consultora Nicolás Dujovne.